También trascendió que el recluso contaría con la ayuda de una amante, que hace un mes vendió una propiedad por 80.000 dólares, y que dejó a su marido para escapar con el condenado. La situación, tal como publicó Diario Popular, ocurrió el sábado último, cuando el sujeto, un contador público atrapado en 2005 y que fue juzgado en 2009, concurrió a la casa de su madre, en la localidad de Mariano Acosta, partido de Merlo, con un permiso especial y en compañía de agentes del Servicio Penitenciario.
En ese marco, la sospecha es que los efectivos fueron convidados con empanadas y bebidas, aparentemente con algún somnífero, que los durmió, situación aprovechada por Brawton para fugar del lugar.
El hombre permanecía detenido en la Unidad Penitenciaria 39 de Ituzaingó, una cárcel de mediana seguridad. La causa quedó en manos de la UFI 5 de Morón, a cargo de Claudio Oviedo, quien cree que Brawton contó con ayuda externa para poder escapar.
'Se trata de allegados del sospechoso que podrían garantizarle cierto tiempo para mantenerlo en clandestinidad', señaló un vocero judicial. Desde la UFI 5 de Morón, mantienen los detalles de la investigación en reserva y sólo se limitaron a informar que Brawton cuenta con pedido de captura internacional por considerarlo un 'delincuente sexual de suma peligrosidad'.