Fernando Farré, condenado por el femicidio de su esposa Claudia Schaefer en 2015 en el country Martindale de Pilar, fue el informante que reveló el plan que tenía el detenido ex saxofonista de Los Fabulosos Cadillacs Ignacio Pardo para asesinar a un fiscal de San Isidro, y ahora pide protección para que no lo maten en la cárcel.
El abogado Jorge Césaro, quien si bien no es su defensor formal, representa a Farré en una serie de habeas corpus que presentó en los últimos meses, aseguró a la agencia de noticias Télam que “Fernando teme por su vida”.
“Hay secuaces de la banda de Pardo en el penal de Florencio Varela que lo pueden matar en cualquier momento”, dijo el letrado, en referencia a la Unidad 24 donde actualmente Farré cumple su prisión perpetua.
Por ello, Césaro contó que pidió “medidas de resguardo” y hasta “la prisión domiciliaria” de Farré en la última presentación que hizo ante Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro, que tiene a cargo la detención del femicida.
Incluso, el abogado hizo llegar a Télam una carta escrita de puño y letra por el propio Farré que en los próximos días presentarán para denunciar al juez Esteban Andrejin, integrante del TOC 2 que estuvo a cargo del juicio por jurados donde fue condenado.
Allí, Farré denuncia que el magistrado lo ha dejado “en condición de desamparo” y “sin respuesta ante las sucesivas amenazas” a su vida y las “precarias condiciones de salud resultantes”.
“Considero al mismo doctor Andrejin responsable de omisión de las diversas torturas de toda índole físicas, morales y psicológicas que he venido padeciendo en los diversos establecimientos del Servicio Penitenciario Bonaerense”, dice Farré en otro de los párrafos de la carta que lleva su firma, su número de DNI y donde puso que su estado civil era “viudo”.
Una fuente del TOC 2 de San Isidro indicó a Télam que “se han recibido todas sus presentaciones y las mismas fueron resueltas”, pero aclaró que más allá de lo que haya declarado en otra causa penal donde es testigo, “Farré es imputado de un proceso penal que terminó con una condena a prisión perpetua que, más allá de que aún esté apelada, debe cumplirse”.
Césaro contó que Farré compartió celda con Pardo durante varios meses en la Unidad 48 de San Martín y que allí la relación era buena hasta que “Naco Goldfinger” comenzó a extorsionarlo a él y a su familia para que le dieran dinero a cambio de no sufrir represalias dentro del penal o para que le reduzcan los botines de una serie de robos que algunos miembros de su banda seguían cometiendo fuera del penal.
Según el abogado, el 24 de junio pasado Pardo y otros presos le tiraron agua hirviendo y allí logró que lo cambiara de pabellón, donde conoció a Carlos Colosimo, el tío de Wanda Nara condenado por abuso y corrupción de menores, quien fue la persona que lo salvó al advertirle que un sicario de Pardo iba a asesinarlo.
Farré logró denunciar todos estos episodios y por su rivalidad con Pardo fue trasladado de la Unidad 48 a otros penales bonaerenses hasta que hace unos meses quedó alojado en la Unidad 29 de Florencio Varela.
En los meses que compartió celda fue cuando Farré escuchó que Pardo “tenía una obsesión” con el fiscal Ferrari de San Isidro porque lo había encarcelado, y que tenía planeado contratar sicarios para asesinarlo en San Fernando, donde podrían hacer desaparecer su cadáver “en el fondo del río” o mientras veraneaba en Cariló.
El femicida denunció este plan primero en una fiscalía de Florencio Varela y luego ante la fiscal correccional de San Isidro Carolina Asprella, quien inició una investigación que culminó el miércoles pasado con cinco allanamientos donde se allanó la celda del propio Pardo en la Unidad 48 de San Martín y se detuvo en Villa Martelli a un ex preso del mismo penal que, según la acusación, ya estaba haciendo tareas de inteligencia y organizando el crimen de Ferrari desde el exterior.