El 10/6/2013 Mumi Rawson fue asesinada por Jorge Mangeri . Diez años después, Mónica Buonomo analiza la firma del portero desde la Grafología Científica.

El 10 de junio de 2013 Ángeles Mumi Rawson (de 16 años) fue asesinada por Jorge Mangeri , el encargado del edificio -de la calle Ravignani 2360, de la Ciudad de Buenos Aires- en el que ella vivía junto a su madre, su hermano y su padrastro.

Al día siguiente, el cuerpo de Mumi fue hallado dentro de bolsas de basura en la planta del CEAMSE de la localidad bonaerense de José León Suárez. El hallazgo fue casual...o providencial. "Si el hecho hubiera ocurrido seis meses antes, una vez que se hubiera depositado el cuerpo en el contenedor de residuos, jamás hubiera aparecido. Más aún su hallazgo en los últimos metros de la cinta de selección de residuos para reciclaje fue absolutamente azaroso y poco faltó para que el astuto plan de Mangeri fuera exitoso", remarcó el Tribunal Oral en lo Criminal Número 9 de la Capital Federal en su sentencia contra el portero violador y homicida.

Durante los días posteriores al macabro hallazgo, el caso tuvo en vilo al país por sus particulares características. Mumi era una adolescente que había desaparecido en el trayecto que iba desde el colegio donde había participado de una clase de gimnasia hasta su casa. Su cuerpo fue hallado en un basural. Los investigadores hacían trascender las distintas hipótesis sobre el crimen. Los medios de todo el país seguían, minuto a minuto, la pesquisa. Inicialmente las sospechas se centraron en su padrastro.

El viernes 14 de junio de 2013 por la noche, la fiscal María Paula Asaro (a cargo de la investigación) interrogó a fondo al grupo más cercano de Mumi para intentar lograr que alguno aporte algún dato que robustezca sus sospechas contra el padrastro de la joven.

El edificio de la calle Tucumán 966 donde funciona la Fiscalía de Instrucción Nº 35 tuvo que ser vallado porque la prensa transmitía en cadena nacional lo que parecía ser la resolución del caso. Declararon la madre, el hermano y la mucama de Ángeles, quien juró frente a la fiscal que aquella mañana la chica no había ingresado al departamento.

Vestido con gorra y chaleco policial, un hombre robusto ingresó al edificio de la fiscalía. No era un policía, era el portero Mangeri, que hacía 48 horas que no se presentaba a declarar.

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Para la fiscal Asaro, Mangeri era un testigo clave. Quería saber si aquel lunes había visto regresar a Ángeles y si había advertido algo raro en el departamento de la planta baja.

Mangeri inició su declaración diciendo que odiaba a la Justicia y a la Policía. Dijo que había sido torturado por policías. Se levantó el polar marrón y le mostró a la fiscal las supuestas heridas que le habían provocado. Luego, los peritos dictaminaron que eran quemaduras autoprovocadas para enmascarar lo que podrían ser arañazos.

Tras una infinidad de contradicciones, la fiscal advirtió que no estaba frente a un testigo clave, sino ante el posible asesino. A las 5.30 del sábado y mientras Asaro preparaba su pedido de detención, Mangeri pidió hablar a solas con ella.

Frente a la fiscal y a su secretario, Diego Pegolo, el portero dijo: "Soy el responsable de lo de Ravignani 2360; fui yo. Mi señora no tuvo nada que ver en el".

Nunca más volvió a esbozar una confesión. En las cinco indagatorias que tuvo, el portero dijo que era inocente, que la causa estaba armada y que aquella autoincriminación se dio luego de que dos policías lo presionaran en la fiscalía, algo que se investigó pero ya fue desechado por la Justicia.

Mangeri salió del edificio de la calle Tucumán esposado y a cara descubierta para que todas las cámaras de TV registraran que el caso estaba esclarecido y que el portero era el presunto autor del crimen de la chica que había sido arrojada a la basura.

Acorralado, Mangeri se delató con su firma sin saberlo

Fuentes de la Justicia recordaron su indagatoria. El terror de Mangeri. La presencia del abogado mediático Miguel Ángel Pierri -cuya actuación será motivo de otra investigación-, y el cambio drástico de su firma. Pasó de rubricar con un diseño en cursiva que representaba su apellido a otra grafía en la que casi podía leerse el apodo de su víctima: “Mumi”.

Al enterarse que de testigo pasaba a ser sospechoso y quedaba detenido, la firma de Mangeri no escapó a la conmoción emocional sufrida por el impacto y, entonces, ante el descontrol ocasionado por la noticia, los géneros gráficos resultaron distorsionados producto de la emotividad que lo atravesaba, aflojándose los trazos y dejando traslucir el mensaje del inconsciente…la palabra “Mumi”…coincidiendo así en una misma firma la víctima y el victimario. La verdad siempre estuvo ahí.

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La Grafología Científica y su valor como medio de prueba

Diario Popular entrevistó a Mónica Buonomo, Perito Calígrafa y Perito Grafóloga, quien realizó en su oportunidad una investigación privada sobre las

firmas de Jorge Mangeri.

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La profesional explicó la importancia y aplicaciones de la Grafología Científica y su valioso aporte en la eventual dilucidación de causas judiciales.

A continuación se reproduce la entrevista:

- ¿A qué se denomina “Grafología"?

La Grafología Científica, que es la aplicada en el ámbito jurídico más allá de otros, es una técnica proyectiva de indagación psicológica que por medio de medidas rigurosas, en forma seria, metódica y comprobable, analiza y clasifica los movimientos gráficos con el fin de realizar su interpretación, resultando un test profundo de la personalidad en sus áreas intelectiva; volitiva, social y emotiva.

-¿Qué diferencias existen entre la "pericia caligráfica" y la "pericia grafológica"?

Tanto el ámbito caligráfico como el grafológico tienen como objeto de estudio a la escritura, de ahí a que muchas veces ambas disciplinas se confundan, pero poseen incumbencias diferentes bien delimitadas.

En efecto, la Ley 20.243 en su art. 5to y su modificatoria, la Ley 20.859, rigen las incumbencias profesionales de los Calígrafos Públicos Nacionales.

En tal sentido, la Ley 20.243, en su artículo 5to., expresa:

“…Son funciones específicas de los Calígrafos Públicos en juicio o fuera de él, dictaminar sobre la autenticidad u origen de escritos, documentos, instrumentos públicos o privados, o cualquier otro elemento probatorio con caracteres gráficos, ya sean manuscritos, dactilografiados o impresos…”

Mientras que la Ley 20.859 en su art. 5to. establece que:

“…Corresponde a los Calígrafos Públicos matriculados, en juicio o fuera de él, las siguientes funciones:

a) Dictaminar sobre la autenticidad falsedad, y/o adulteración de escritos documentos instrumentos públicos o privados o cualquier otro elemento manuscrito, dactilografiado o impreso.

b) Constatar por los medios técnicos de la profesión la autenticidad o falsedad de firmas en toda clase de documentos.

c) Dilucidar los problemas de la escritura, analizar los caracteres, establecer comparaciones o cotejos.

d) Determinar las diferencias de tintas o elementos gráficos.

e) Establecer las condiciones y cualidades del soporte, papel y demás elementos utilizados.

f) Verificar fotocopias estableciendo su correspondencia con originales no adulterados.

Por otra parte, a los Grafólogos les compete a través de los análisis de las grafías, investigar sobre la personalidad humana y los distintos temperamentos con sus características particulares, como asimismo establecer estados de ánimo, sentimientos y tendencias.

Asimismo es de esta incumbencia profesional establecer rasgos compatibles con tendencias criminales y/o diferentes patologías; detectar precozmente la aparición de alteraciones psíquicas o somáticas, o bien de índole emocional; determinar aptitudes y posibilidades de un sujeto para determinadas carreras, profesiones u oficios, e investigar sobre escrituras de distintas figuras, colaborando con biógrafos o historiadores, entre otras cuestiones.

Como hasta aquí pudo apreciarse -señaló Buonomo- ambas especialidades resultan ‘saberes complementarios’ con enfoques distintos pese a compartir su objeto de estudio que recae como ya se ha dicho, sobre la escritura o los ‘grafismos’.

- ¿Cuán confiable es el dictamen de un grafólogo? ¿Es comparable al de un psicólogo o psiquiatra?

El Peritaje Grafológico metódicamente realizado y debidamente fundado es tan confiable como cualquier otro medio probatorio. El problema radica en considerar si la Grafología es una ‘ciencia’ o no.

Algunos la consideran de rigor científico –me incluyo-, por razones que exceden esta nota, y otros la descalifican de modo recurrente por su desconocimiento sobre el tema, alegando que se trataría de una ‘pseudociencia’ de dudosa credibilidad.

A lo dicho se suma lo expresado por el reconocido grafólogo y profesor Mauricio Xandró: “…Los límites de la Grafología se encuentran dados por la capacidad interpretativa; experiencia y conocimientos de los expertos grafólogos…”, por lo tanto no puede adjudicársele a la misma los errores o falencias en los que por su condición humana pudieran incurrir los profesionales que la abordan.

Además, desde el momento en que las listas de los juzgados admiten que se anoten los ‘peritos grafólogos’ (grafoanalistas con conocimientos procesales), se entiende que el peritaje sobre esta especialidad es tan válido como el de cualquier otro medio de prueba.

Respecto a las diferencias entre el ‘peritaje grafológico’ y el ‘peritaje psicológico’, es de destacar que la Grafología es una técnica no invasiva, ya que no requiere la presencia ni la interacción directa con el sujeto de estudio, por lo cual se constituye en complemento de la Psicología.

En este último caso el profesional explora y evalúa, diagnosticando sobre las relaciones, actitudes, pautas de interacción, personalidad, inteligencia, aptitudes y otros aspectos de las personas implicadas en los procesos judiciales, mientras que el perito grafólogo en su investigación profesional analiza grafismos (escrituras y/o dibujos), pudiendo aportar al magistrado conocimientos análogos a los que se derivan de los peritajes psicológicos con la diferencia que puede llevar a cabo su tarea independientemente de su contacto con el individuo que analiza.

En otras palabras, aunque la persona haya fallecido o se encuentre fuera del alcance del especialista, con sólo tomar contacto con sus producciones gráficas, el perito grafólogo podrá realizar un peritaje cuyos resultados dependerán estrechamente tanto de la naturaleza o alcance del punto de peritación como así también de la cantidad y calidad de los elementos suministrados para su estudio, resultando por ende su intervención más que provechosa en algunos casos donde por ej. se quiere analizar el estado de ánimo y condición psicológica de un sujeto que antes de suicidarse ha dejado una carta de despedida.

- ¿Qué puede aportar en el ámbito judicial un peritaje grafológico?

La "Prueba Pericial Grafológica" (PPG) puede aportar pautas que sirvan para ayudar a resolver casos judiciales que requieran de los conocimientos técnicos aludidos, máxime cuando por determinadas razones nos encontramos con la ausencia del sujeto que deseamos investigar pero del cual poseemos manuscritos.

Como lo cita el prestigioso grafólogo y profesor Augusto Vels, en su obra "Grafología estructural y dinámica", a través del estudio grafológico de las escrituras, se pueden llegar a señalar las tendencias ilícitas latentes en un sujeto. En tal sentido, toda acción deshonesta o delictiva dependerá de 3 factores:

1) La tendencia latente

2) El móvil, que incite a cometer el acto egoísta o ilícito, como podría ser, por ej. la necesidad de dinero para comprar droga, en el individuo drogadicto.

3) La oportunidad de poder cometer el acto delictivo.

En base a lo anterior, si la tendencia se encuentra ausente, por más que se dé la oportunidad y exista un móvil, no se concretará el hecho.

Un abogado podría preguntarse en qué casos es conveniente solicitar la designación de un perito grafólogo o bien contratar estos servicios profesionales en forma privada.

Al respecto resulta de mucha utilidad cuando en el ámbito civil se denuncian maltratos y/o abusos (físicos o psicológicos). Aquí la PPG apuntaría a través del exhaustivo análisis de escrituras realizadas del puño y letra de las personas investigadas (previa intervención técnica caligráfica que determine categóricamente su autenticidad), a indagar si existen o no tendencias reveladoras de patologías que acrediten los abusos perpetrados o bien si surgen daños…

Por otra parte, esta prueba resulta vital cuando se discute si por ej. un testamento ológrafo fue elaborado en un estado de completo dominio de la voluntad o por el contrario la misma se hallaba viciada. En este caso y mediante la medida probatoria, el documento podría decretarse ‘nulo’, de ahí su importancia.

Por el contrario, en otras ocasiones podría probarse el completo dominio de la voluntad al momento de escribir el testamento mediante un peritaje privado, descartándose así de plano cualquier eventual reclamo.

De más está aclarar que de manera privada, antes del Peritaje Grafológico (PG) procede el Caligráfico (PC) para determinar fehacientemente que el documento fue escrito en su totalidad por el puño y letra del causante, resultando auténtico en todas sus partes.

Será en definitiva y posteriormente, que el juez resolverá a la luz de estas pruebas privadas y del resultado que surja del respectivo peritaje de oficio.

De ahí la importancia de contar con consultores técnicos en ambas especialidades que trabajen a la par de los peritos de oficio.

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- ¿Cuáles fueron los casos judiciales resonantes en los que la Grafología Científica hizo su aporte?

Entre otros casos famosos donde la Grafología Científica realizó contundentes aportes –investigaciones privadas- se cita el del asesinato de la adolescente Carolina Aló efectuado por su novio de entonces Fabián Tablado quien la ultimó de ciento trece puñaladas, el 27 de mayo de 1996.

Luego se vería en las cartas que le escribiera a su novia la creciente agresión de su autor evidenciada sobre todo en la letra refleja ‘t’, “tipo puñal”, el grado de obsesión que tenía con ella y el ensañamiento testificado en sus escrituras, es decir que del estudio efectuado sobre las cartas manuscritas del asesino surgían ya rasgos compatibles con lo que fue su terrible accionar.

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