Luego de haber pedido la nulidad del caso, Marcelo Biondi, el abogado del portero acusado por el crimen de la adolescente Ángeles Rawson aseguró que su defendido "pensó en suicidarse", que es un "imputado encubierto" y que "tiene miedo".
En el escrito, los letrados piden la nulidad de la testimonial de
Mangeri, el acta de autoincriminación, el pedido de indagatoria y
detención formulado por la fiscal Paula Asaro, la detención ordenada por
el juez subrogante Roberto Ponce y, apelando a la "doctrina del árbol
envenenado", de todo acto procesal posterior.
De esta manera
consideraron nulo el estudio de ADN que incriminó al portero y fue usado
como prueba principal para su procesamiento y prisión preventiva.
El
argumento central en el que la defensa funda el planteo de nulidad es
que aquella noche del viernes 14 y la madrugada del sábado 15 de junio
se violaron "derechos y garantías constitucionales" de Mangeri cuando
fue llevado a declarar a la fiscalía como testigo y, para la defensa, ya
era un sospechoso y había elementos para pedir su indagatoria.
Pierri
y Biondi mencionan que ya a fojas 168 de la causa consta un mail
enviado por una mujer a las 23.58 del miércoles 12 de junio que decía
"investiguen al portero del edificio".
En ese mail, transcripto en
el planteo de la defensa, la denunciante -sus iniciales son M.R.-, dice:
"Mi empleada doméstica hoy me comentó que vive en la casa tomada de al
lado y que sospechan del portero del edificio porque es un tipo que
siempre acosa verbalmente a las mujeres y ellas tienen miedo de él".
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