Una pareja quedó imputada por el delito de "homicidio culposo", en el marco de la investigación por la muerte del niño Diego Román, de 12 años, quien fue hallado sin vida tras estar varios días desaparecido en julio de 2019 en un descampado de la ciudad santafesina de Recreo y que las pericias determinaron que falleció al ser atacado por una jauría.
Tanto este hombre, como su mujer son los dueños de esos perros y en tal sentido, los fiscales Andrés Marchi y Ana Laura Gioria los acusaron por el asesinato del chico, en un recordado episodio que, en principio, se atribuyó a un secuestro y luego a un asesinato tras un abuso sexual, en medio de la movilización de la comunidad en reclamo de justicia.
De acuerdo a la conclusión del expediente judicial, Diego Román "murió a causa de la acción de animales", en base al dictamen que desde el cuerpo de médicos forenses de la Justicia Federal de Santa Fe entregaron a los fiscales.
Por lo tanto, según el Ministerio Público de la Acusación, "el hombre de 53 años y la mujer de 44 imputados tenían a su cuidado y/o vigilancia una jauría de 10 perros de distintas razas" y que "a ambas personas se les atribuyó haber ocasionado la muerte de Diego Román por imprudencia, negligencia e inobservancia de los reglamentos u ordenanzas a su cargo".
"A sabiendas de la potencialidad agresiva y lesiva de los animales, los imputados omitieron adoptar las medidas de cerramiento necesarias en el predio en el que estaban, lo que hubiera permitido mantener a los animales en un ámbito de vigilancia", se añadió.
Los fiscales Gioria y Marchi también hicieron hincapié que "en el marco de la investigación por la muerte de Diego Román, logramos constatar al menos otros cuatro ataques cometidos por los perros. Tres de ellos fueron contra seres humanos y el restante a otros animales".
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"La jauría que debía ser vigilada por los imputados está compuesta por 10 perros. Uno de ellos es de raza Rottwailer, tres Bóxer, uno cruza Pastor, otro cruza Cocker y cuatro raza mestiza", detallaron.
Los profesionales del Servicio de Tanatología de la Morgue Judicial del Centro de Asistencia Judicial Federal, en coincidencia con el dictamen de la Oficina Médico Forense del Poder Judicial de Santa Fe, concluyeron que el nene "sufre el ataque de animales, que con dentelladas lesionaron elementos vasculares de importante calibre".
La segunda autopsia al cuerpo de Diego Román estuvo a cargo de los médicos forenses Santiago Maffia Bizzozero y Alejandro Rullan Corna, a solicitud de los fiscales que están llevando adelante la investigación.
El hecho ocurrió entre el jueves 4 y la madrugada del viernes 5 de julio de 2019 en un predio rural ubicado en la ciudad de Recreo, aunque el cuerpo del niño fue encontrado varias horas después, tras denunciarse su desaparición cuando había ido a jugar al fútbol al club y se tejieron múltiples hipótesis, como que había sido asesinado al resistirse a una violación y hasta la posibilidad de un secuestro extorsivo.
En el informe de los forenses se indicó que "no se constataron lesiones producto de violencia física de índole mecánica manual y/o instrumental" y que "las lesiones que fueron observadas en la superficie corporal no presentan características o cumplen los requisitos para ser producto de arma blanca", agregando que "durante el examen traumatológico se han observado múltiples lesiones en la superficie corporal del menor (...) cuya morfología corresponde a lesiones de tipo punzantes, desgarradas, contusas y excoriativas".
En tal sentido, agregaron que "las lesiones han sido observadas con bordes irregulares, desgarrados o con ambas características, de forma lineal, ovoide, redondeada, con morfología en su conformación de letra V y su distribución es anárquica".
Los fiscales Marchi y Gioria destacaron "la contundencia de los informes recibidos, que permiten confirmar el accionar de animales" y en tal sentido, imputaron a sus dueños.