Perdió el trabajo, recibió amenazas, tuvo mucho miedo, no sabía a quién recurrir, luchó sola. Todo esto le pasó a Rita en nueve meses, el tiempo que transcurrió desde que mataron a su hijo de un balazo en la nuca hasta que logró que detengan al asesino. Para lograr que la policía y la justicia tuviera oportunidad de atrapar al criminal, siguió los pasos del escurridizo sujeto por todos lados. Así, recorrió bailantas y barrios marginales, se entrevistó con grupos de traficantes y ladrones, hizo guardias interminables y finalmente coordinó la emboscada policial que permitió encarcelar al homicida, que a pesar de todos los esfuerzos podría quedar en libertad, ya que al cometer el hecho era menor de edad.
Así lo contó a DIARIO POPULAR Alicia Angiono, titular de la organización Madres y Familiares de Víctimas (MAFAVI), precisando que “se trata de una mamá que entregó todo lo que tenía para capturar al criminal y de ese modo no permitir que el asesinato quede impune, como ocurre con cientos de episodios que no son debidamente investigados, hasta que terminan archivados en los juzgados, mientras las familias sufren doblemente, por la pérdida abrupta de un ser querido y la falta de justicia”.
Rita no es el verdadero nombre de la madre coraje protagonista de la historia. Su identidad queda a resguardo, ya que aún corren serios riesgos su vida y las de su familia. “Es que la familia del asesino vive cerca de nuestra casa, y tenemos miedo de las represalias”, dijo la mujer, que reside en La Matanza. “Lo que necesitamos con urgencia es el apoyo de abogados, porque buscando al asesino perdí mi trabajo, y no tengo dinero para pagar uno. Tengo temor de que la justicia lo libere, porque cuando cometió el hecho era menor de edad. Mi objetivo, ahora, es que sea condenado y pague lo que hizo. Mi hijo era un ser único, trabajador, buena persona, y lo mató a sangre fría, de un balazo en la nuca, desde atrás”, agregó.
Para Angiono, “lo que hizo Rita no debería pasarle a ninguna familia, pero la realidad es que los familiares de víctimas, en la gran mayoría, nos encontramos luchando contra molinos de viento, ya que nadie nos escucha, los funcionarios no atienden los teléfonos y en los juzgados nos ignoran”. Asimismo, dijo que “por estas razones, muchas veces los familiares salen y hacen el trabajo de detectives, se arriesgan a morir, a que les pase algo, pero los mueve la necesidad de encontrar justicia”.
“Lamentablemente -dijo la titular de MAFAVI-, la normalidad es la desprotección en la que están los familiares de víctimas de casos violentos. Conozco muchos casos similares al de Rita, de personas que debieron salir a pelear por su cuenta, solas y sin ayuda. Cuando conocí a Rita, recuerdo que nos agradecía con lágrimas que la hayamos escuchado, simplemente eso, lo cual es desgarrador y pone de manifiesto el actual estado del sistema”.
Desde la organización vienen insistiendo en la necesidad de profundizar la asistencia a los chicos y jóvenes en conflicto con las leyes penales. “El asesino del hijo de Rita ahora debería enfrentar una condena por homicidio. Es lo que corresponde, por el terrible daño que infringió. Pero lo que decimos es que seguramente, con mayor presencia del Estado y políticas integrales, ese chico no habría llegado a matar. A muchos pibes los abandonan en su familia, en la escuela, el Estado le cierra puertas. Cuando matan, lo hacen porque primero no se respetan ellos mismos. Todos somos responsables y por eso tenemos que involucrarnos, para cambiar este sombrío panorama”, dijo Angiono.
Respecto al caso de Rita, y su odisea, la protagonista expresó que “costó mucho atrapar al homicida, porque nadie quería hablar, la justicia no lo buscaba y los que podían aportar datos se escondían por miedo, así que me metí de lleno en seguir sus pasos, removí cielo y tierra, hasta que conseguimos ubicar el lugar donde generalmente se encontraba con amigos, se hizo una emboscada con la DDI de La Matanza de la que participé y finalmente lo atraparon”.
Angiono contó que “la investigación que realizó Rita es impecable, pero la defensa del criminal apeló y ahora el expediente está en manos de camaristas, que podrían tomar la decisión de liberarlo”. También, precisó que “ya solicitamos ayuda al Centro de Protección a la Víctima de la provincia de Buenos Aires, para que tomen el caso y nos ayuden a cuidar a Rita, que arriesgó su vida y la del resto de su familia”.
“No sería la primera vez que liberan a un homicida por su edad. Todo el tiempo estamos luchando contra medidas judiciales que ya no son sólo polémicas, sino directamente injustificables. Largan a la calle, sin más, a pibes que están pidiendo atención a gritos. Que se criaron en hogares disfuncionales, abusados, maltratados, muchas veces adictos a drogas. ¿Qué otra cosa puede hacer un chico así, dejado a su suerte por el Estado, que seguir provocando tragedias?”, cerró Angiono.