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La situación se produjo en la sala AMIA de los tribunales federales de Comodoro Py. De la campera y los pantalones del imputado comenzaron a salir decenas de insectos
El empresario condenado por tráfico ilegal de efedrina, Ibar Pérez Corradi, llevó cucarachas a una audiencia en un juicio que se le sigue por presunto lavado de dinero, una insólita maniobra que algunos adjudicaron a la intención de dilatar la sesión, mientras otros apuntaron a que se trató de una protesta por las condiciones en las que se encuentra detenido.
La situación se produjo en la sala AMIA de los tribunales federales de Comodoro Py, a minutos de la llegada de Pérez Corradi. De la campera y los pantalones del imputado comenzaron a salir decenas de cucarachas, para la sorpresa de todos los allí presentes. Una vez ocurrido esto, uno de los funcionarios judiciales roció la sala con un insecticida y el juez decidió suspender la audiencia.
Relato
En declaraciones a TN, su abogado Carlos Broitman aseguró que no fue algo armado y expresó que su cliente debió "acostumbrarse a vivir" con los insectos en el penal de Marcos Paz, al tiempo que confirmó que todo se dio "en tres o cuatro minutos" y que se vieron al menos 40 cucarachas.
"Le empezó a salir de la espalda una, le caminaba por la cabeza, me saltó a mí y la aplasté con un papel. Inmediatamente le empezaron a salir más cucarachas de los pantalones, de todos lados, no de los bolsillos", señaló el letrado.
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Incluso, exigió la filmación de la sala para comprobar que Pérez Corradi no arrojó los insectos. "Pedí que traigan insecticida. Fue dantesco esto. Se tuvieron que suspender dos juicios y hoy seguían matándolas durante otra audiencia", reveló Broitman.
Una vez concluido el suceso, trascendió que podría tratarse de una protesta del empresario farmacéutico, que se encuentra dentro del Régimen de Protección de Testigos y varias veces solicitó mayores comodidades, al considerar que otros delincuentes de ese mismo programa gozan de mayores beneficios.
Pérez Corradi, sospechado por ser el instigador del triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, había sido condenado en diciembre de 2018 a dos años y cinco meses de prisión efectiva por el contrabando de al menos 50 kilos de efedrina desde China e India a través de encomiendas que se enviaron entre junio y julio de 2008.
Esa fue la segunda condena en menos de dos meses, ya que en noviembre había recibido una pena de siete años de cárcel por traficar 1900 kilos de esa misma sustancia pero para ser utilizada como precursor químico en la elaboración de drogas sintéticas por narcos internacionales.
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