Se trata del oficial Gabriel Sanabria (25), oriundo de la localidad santafesina de San Javier, quien permanecía internado "en estado crítico" tras ser operado durante cinco horas en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
El joven, que tenía el chaleco antibalas colocado, recibió al menos diez balazos, la mayor parte en el abdomen y las piernas.
La Policía detuvo a cuatro personas que estarían involucrados en el ataque al miembro de la fuerza de seguridad, mientras buscaban al quinto. Según el ministro de Seguridad provincial, Jorge Lagna, todos estarían vinculados a "una banda criminal de la zona sur" de Rosario.
También se investiga si el ataque tiene alguna relación con la detención de un sicario vinculado a la banda de "Los Monos", Mauro Gerez, que fue arrestado.
Lagna consideró como "un ataque cobarde" el que recibió el policía y dijo que "es el riesgo que se corre trabajando en las calles, con el grado de locura que hay".
Voceros de la justicia local señalaron que el hecho tuvo lugar durante la madrugada de hoy en Arijon al 400, zona sur de Rosario, donde Sanabria realizaba un control de rutina junto a un compañero.
En ese marco, los agentes se disponían a identificar a los ocupantes de un automóvil Peugeot 206 que les resultó sospechoso, pero cuando el hombre se acercó a la cabina para pedir los datos al conductor y los otros cuatro pasajeros, éstos respondieron con múltiples disparos desde el interior del rodado y emprendieron la fuga.
El oficial herido fue trasladado de urgencia al hospital Roque Sáenz Peña, aunque debido a la gravedad de sus heridas fue derivado al Heca.
Sanabria fue sometido a una operación que se extendió por casi cinco horas, y los médicos seguían su evolución tras la cirugía, indicó el director del hospital de Emergencias, Jorge Bittar, al brindar el parte médico.