El incendio que se produjo en un calabozo de la comisaría 1ª de Pergamino provocó siete víctimas fatales y a un mes del hecho la causa carece de imputados. Los detenidos fallecieron por la inhalación de monóxido de carbono.

Al cumplirse un mes de la denominada Masacre de Pergamino, cuando siete hombres que estaban detenidos en una comisaría de esa ciudad bonaerense murieron al incendiarse un calabozo, la causa carece de imputados, a pesar de ciertos avances en la investigación, que permitieron establecer que las víctimas fallecieron por la inhalación de monóxido de carbono y la existencia de la responsabilidad de los policías que se encontraban en la seccional, algunos de ellos ya desplazados de sus funciones.

Esta tarde, se realizará la cuarta marcha de silencio por las calles céntricas de Pergamino para sostener el reclamo, con dos consignas claras: “Justicia por los 7” y “El Estado es responsable”, que en esta oportunidad también contará con la participación del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, la madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, más los miembros de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM), que patrocinan a varios de los familiares de los fallecidos, y los integrantes de la Red de Organizaciones de Familiares Víctimas de la Violencia Institucional.

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A pesar del tiempo transcurrido desde el último 2 de marzo, cuando Sergio Filiberto, Federico Perrotta, Alan Córdoba, Franco Pizarro, John Mario Claro, Juan Carlos Cabrera y Emanuel Latorre murieron en el incendio en la comisaría 1ª de Pergamino, “desde el Estado provincial no se adoptaron medidas tendientes a revertir la crítica situación producida por una política criminal que, basada en el punitivismo y la persecución de los sectores más pobres de la sociedad, ha llevado al aumento de las tasas de sobre encarcelamiento y agravado las violaciones a los derechos humanos en los lugares de encierro”, sostuvo la CPM, mediante un documento.

En medio de esta situación no resuelta, el propio gobierno bonaerense, a través del Ministerio de Seguridad, dio a conocer cifras oficiales sobre la superpoblación en comisarías, que alcanzó el récord del 185 por ciento por encima de la capacidad para alojar detenidos. Al respecto, una de las demandas de distintas organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos apunta a la “clausura inmediato de todos los calabozos” en las seccionales policiales de la provincia de Buenos Aires.

Dentro de las actividades, a un mes de la Masacre de Pergamino, con la presencia de Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y otros dirigentes habrá una conferencia de prensa en la sede de la Universidad Nacional del Noroeste para dar detalles sobre la investigación y los reclamos presentados y luego, el padre Pepe Di Paola oficiará una misa en la parroquia Perpetuo Socorro, antes de participar de la movilización (que se anuncia será la más masiva de las tres que ya se desarrollaron), en la que insistirán en que “los sietes jóvenes murieron bajo custodia del Estado y, por lo tanto, el Estado es el responsable de esas muertes. No fue ni una pelea ni un motín: fue una masacre”.

Además, la comitiva de la CPM se reunirá con el intendente de Pergamino, Javier Martínez, además de con concejales y legisladores, con los que se analizará “la crítica situación de los lugares de encierro, el acompañamiento de las víctimas y las acciones que pueden implementarse para prevenir nuevos hechos”.

Cabe recordar que el pasado 2 de marzo, en horas de la tarde, se desató un incendio en la zona de calabozos de la comisaría 1ª de Pergamino, ubicada en el centro de la ciudad, que fue atribuida a una pelea entre presos y que, más tarde, se supo obedeció a la reacción por el traslado de dos sujetos acusados de violación. Todo se inició con la quema de un colchón y los efectivos encargados de la custodia no controlaron la situación. Si bien luego rescataron a varios de los detenidos, siete de ellos quedaron encerrados y fallecieron, con algunas quemaduras, pero fundamentalmente por la inhalación de monóxido de carbono. El fiscal Nelson Mastrorchio, a cargo de la investigación, ha reunido un cúmulo de pruebas, al margen de los testimonios de los sobrevivientes y los resultados de las pericias, que apuntan a que los policías no intervinieron para prevenir el siniestro, ni para auxiliar a los detenidos y siete de ellos sufrieron lesiones irreversibles en sus vías respiratorios que derivaron en sus fallecimientos.

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