Este fin de semana la ciudad bonaerense de Azul se vio convulsionada por un hecho inusual que bien podría ser parte del exitoso film argentino "Relatos Salvajes" de Damián Szifrón. Un hombre embistió con un vehículo el frente del local de una conocida empresa de medicina prepaga, a la cual responsabiliza por la muerte de su padre.
"Hola OSDE, Papá murió...quería notificarte...pásame la factura de eventuales daños, al cuit 20-17208419-3", ese fue el mensaje que colgó en su perfil de Facebook Juan Pablo Moccero junto al video de su accionar. El sujeto, que sería abogado, fue en su vehículo de gran porte acompañado de un amigo que se encargó de grabar todo.
"¿Estás filmando?", le preguntó antes de acelerar y derribar uno de los dos blindex del local de la calle 25 de Mayo al 700. "Osde, papá murió", y nuevamente avanzó contra el otro vidrio hasta hacerlos caer a ambos.
Acto seguido dio marcha atrás para dar cuenta de su accionar, nunca ocultándose, todo lo contario, y solicitando que le envíen la factura de los daños, que el hará lo propio con lo que considera una injusticia.
Antes de irse comentó a cámara que se iría a darle el último adiós a su progenitor, Juan José Moccero, sin aclarar por qué responsabiliza a la prepaga del deceso; también le dedicó un sentido posteo en Facebook en el que describe quién era su padre y le agradece lo que le enseñó.
"Papote querido... llegó el día 'tan no esperado'...Te fuiste para siempre!!! En pocos minutos 'por protocolo' corresponde cerrar tu cajón... para no verte nunca más físicamente. Gracias, gracias y gracias... Fuiste un loco divino, muy divertido, muy loco y siempre muy presente en todos los momentos de mi vida", dice el mensaje.
Trascendió que los responsables de la sucursal azuleña de Osde realizaron la denuncia correspondiente por los daños en el local y en el mobiliario.
El abogado Moccero tuvo cierta trascendencia a fin del año pasado en Azul al remitir un escrito poco ortodoxo, apelando a términos coloquiales, cansado de los tiempos de la Justicia a la hora de reclamar sus honorarios.
"Yo solo quiero que V.S transfiera los fondos de autos, para verguita en mi cuenta, pero siempre aparece un insoslayable inconveniente, que el suscripto jamás imagino que podría aparecer", dice el escrito.
Y más adelante señala que "por lo expuesto, ya no pido MAS NADA. Haga lo que V.S quiera con mis devaluados mangos, me harte de andar suplicando cobrar".