Luego que la justicia decidiera reabrir la investigación sobre las sospechosas transferencias que habría recibido el jefe de la AFI, Gustavo Arribas, en el gobierno consideraron que las declaraciones del arrepentido brasileño Leonardo Meirelles no arrojan nuevas ‘pruebas’ en el caso y aún se preguntan en qué podría beneficiar el por entonces representante de futbolistas a una firma, Odebrecht, que pugnaba por ser contratista de obra pública durante el kirchnerismo.
El último jueves Meirelles, un testigo clave del escándalo de coimas brasileño conocido como Lava Jato, declaró por teleconferencia ante el fiscal Federico Delgado y al titular de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), Sergio Rodríguez en el marco de la investigación por la licitación que ganó Odebrecht para construir una planta potabilizadora de Aysa en Paraná de las Palmas.
En esa ocasión, el financista arrepentido también volvió a apuntar contra Arribas al que acusó de cobrar coimas en 10 pagos por un total de 850 mil dólares. La acusación se diferencia de la conocida los tribunales argentinos en enero pasado, impulsada por Elisa Carrió, luego de una investigación del diario La Nación que sugería que Meirelles había hecho transferencias por 600 mil dólares a Arribas por una tarea de lobby.
El titular de la AFI solo reconoció haber cobrado U$S 70 mil por la venta de los muebles de un departamento brasileño. La semana pasada esa causa fue desestimada por el juez Rodolfo Canicoba Corral y llamativamente no fue apelada por el fiscal general Germán Moldes.
Lo cierto es que luego de la nueva declaración de Meirelles, la Cámara Federal de Casación quedó en condiciones de revisar el sobreseimento de Arribas. Es que ayer por la tarde la Sala I de la Cámara Federal resolvió hacer lugar a la apelación que hizo la Procuración de Investigaciones Administrativas (PIA).
En Casa Rosada tomaron con cautela la novedad judicial. ‘No hay una reacción oficial porque no vemos que haya novedades en el caso. Son declaraciones de una persona, de acuerdo a las fuentes, que no arrojan pruebas. La última vez había un papel de Suiza (por el documento que acreditó la transferencia a una cuenta de Arribas por el departamento de San Pablo) que certificaba un giro’, explicó ayer a este medio un funcionario.
La calificada fuente, en tanto, se preguntó ‘por qué Odebrecht iba a pagar coimas a Arribas: aún queda un eslabón sin mencionar. El vivía en Brasil donde trabajaba como agente deportivo. No sabemos qué lo puede vincular para favorecer a esta empresa con el Soterramiento del Sarmiento’, la supuesta tarea de lobby de la que lo sindica el financista brasileño en el año 2013.
De todos modos, en Balcarce 50 remarcaron que la causa judicial seguirá abierta y la justicia continuará investigando.
A diferencia de la primera acusación, Arribas eligió permanecer en silencio y sus abogados deslizaron que aún no tuvieron acceso al expediente. El jefe de la AFI es un íntimo del presidente Mauricio Macri: lo conoce desde hace casi dos décadas y de hecho le alquila su departamento de avenida Del Libertador.
Carrió, el escudo de ‘transparencia’ que blande el gobierno, había impulsado la primera investigación y el jueves se comunicó con Macri luego de las nuevas acusaciones. En este sentido, reclamó que ‘se investigue hasta las últimas consecuencias’.
Ayer, en declaraciones radiales, la diputada sostuvo que ‘junto al presidente estamos de acuerdo con que la investigación debe avanzar hasta el final. No es el presidente quien quiere trabar la investigación’. Asimismo, la cofundadora de Cambiemos insistió en que ‘Arribas va a seguir siendo investigado. En esto hay una diferencia sustancial entre gobiernos anteriores y este, porque hay funcionarios actuales que están siendo absolutamente investigados por la justicia.’
Por otra parte, indicó que esta causa ‘puede estar relacionada con Julio De Vido y con algún familiar de Macri.