El presidente Mauricio Macri abrirá este jueves el 136ª periodo de sesiones ordinarias del Congreso con un discurso en el que repasará “logros” de la gestión, “sin anuncios rimbombantes” pero en el que invitará a los legisladores a avanzar en una agenda que permita continuar avanzando hacia los consensos básicos, como el blanqueo de trabajadores que integró la fracasada reforma laboral, y también hará mención al controvertido debate del aborto no punible.
Pese al hermetismo que había en Casa Rosada, se pudo averiguar que el jefe de estado dará un discurso de entre 50 minutos y una hora similar al enunciado el año pasado. Con los números de la economía que se vienen difundiendo por las Cartas de Jefatura de Gabinete, el presidente ponderará el ciclo “de crecimiento sostenido” que viene registrando la economía (el miércoles se conoció el EMAE que marcó un alza de 2,8% durante 2017).
En el entorno del presidente contaron que por la suspensión de su viaje a Formosa, entre el miércoles por la mañana y por la tarde “le hizo las últimas correcciones” al texto que le enviaron el martes desde Casa Rosada por lo que aprovechó a repasarlo una y otra vez. En ediciones anteriores, el presidente leyó la mayor parte del discurso y sólo recitó de memoria los extractos con mayor carga emotiva.
Al igual que el año pasado, trabajaron en el texto la Dirección de Discurso de Julieta Herrero, Hernán Iglesias Illa, de Comunicación Estratégica y el asesor Alejandro Rozitchner.
Aunque ninguno quiso adelantar el contenido del mismo, el conocido filósofo reconoció que Macri “hará una referencia al pasar al debate sobre el aborto” legal, seguro y gratuito que desde la semana pasada ganó agenda mediática al conocerse la decisión del Ejecutivo de habilitar el debate parlamentario.
En este sentido, el presidente pondría el foco en que es el poder legislativo quien se debe un debate profundo a acerca de la legalización de esta práctica. Aunque el último lunes en ocasión de la visita de los legisladores del interbloque Cambiemos a Olivos reiteró su posición “favor de la vida”, remarcó que es un tema que debe debatirse respetando las diferentes posiciones por lo que dio “libertad de conciencia” a los integrantes del bloque oficialista.
Aunque el miércoles una fuente oficial destacaba que el mandatario “no hará ningún anuncio grande o rimbombante”, en su discurso insistirá en lograr las metas de los consensos básicos que enunció luego de la victoria legislativa del 22 de octubre. Y repasará las reformas que lleva adelante su administración, como el recorte del 25% de cargos políticos en el estado cuya oficialización, como informó en su edición del miércoles de este diario, saldrá por decreto simple la semana próxima.
Tal vez por el costo político que le demandó en diciembre la sanción de la reforma previsional, el Ejecutivo no insistirá en promover grandes proyectos. De hecho, la reforma laboral saldrá en distintas iniciativas que buscarán ser consensuadas con la oposición. El gobierno, así, primero les dará la “zanahoria” del blanqueo laboral que ya había sido acordado por la CGT: el mismo que prevé dar incentivos a las empresas para que formalicen a sus empleados.
Asimismo, el jefe de estado haría mención a proyectos que tienen media como Mercados de Capitales y Compre Argentino y al trabajo legislativo para reformar el Código Penal y el Procesal Penal. También haría foco en el tema educativo evitando rivalizar con los gremios docentes pero proponiendo un proyecto de alfabetización digital con miras a las metas del 2030.
Tras los saludos de ocasión, el jefe de estado retornará al coche oficial con el que desandará la avenida de Mayo hasta la Casa Rosada. Allí retomará su agenda con una reunión de coordinación de gobierno -en la que quizás realice un balance con su mesa chica- y luego un seguimiento de gestión del ministerio de Hacienda.