En el gobierno seguirán de cerca las pericias que se llevarán adelante sobre el cuerpo hallado en el río Chubut que, presumen pertenece a Santiago Maldonado, y esperan que hoy surjan las primeras novedades desde la Morgue Judicial sobre la identidad de los restos que, según se pudo averiguar, fueron encontrados tras el aviso de un testigo de identidad reservada que pertenecería a una comunidad mapuche de Esquel.
Por la mañana Mauricio Macri mantuvo una sorpresiva reunión con el ministro de Justicia, Germán Garavano, el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la que repasaron el devenir del caso por la desaparición del artesano oriundo de 25 de Mayo.
A la salida del encuentro, como era de esperar, el ministro se transformó en el vocero del gobierno y dijo que el presidente sigue la causa “minuto a minuto” y que el oficialismo no “‘hace ningún manejo del caso”’.
Garavano, que se mantiene comunicado con Sergio, el hermano del joven desaparecido, dijo que Macri “ha dado la orden de poner todo a disposición de la justicia y de la familia”.
Aunque para afuera el gobierno mantenga la prudencia al momento de analizar la causa y evite elucubrar hipótesis, por lo bajo funcionarios dan cabida a la versión que el artesano pudo morir “ahogado o bien al intentar cruzar el río o debido la persecución de gendarmes” que reprimieron aquel 1º de agosto a la comunidad mapuche Cushamen.
Ayer Prefectura Naval confirmó que la zona donde fueron hallados los restos el último martes no se habían rastrillado, contradiciendo la denuncia de la familia Maldonado que adujo que el cauce se había registrado “tres veces”, deslizando así que el cuerpo pudo haber sido “plantado” por terceros.
En este marco, una calificada fuente gubernamental argumentó a este medio que “ahora hay que esperar. Lo más relevante es que no hubo desaparición forzosa. Toda la construcción que lo vieron con binoculares, los organismos diciendo que buscar en el río era una distracción, un juez que dice que se había ahogado y lo apartaron. Ahora la realidad surge”.
Asimismo, la fuente dio detalles sobre el testigo protegido que avisó al juez federal de Esquel, Gustavo Lleral, sobre el lugar en el que fue encontrado el cadáver, que se presume, pertenece al artesano que permaneció desaparecido tras 78 días luego de ser visto en un desalojo perpetrado por la Gendarmería. “Es un testigo de identidad reservada. Es un mapuche de la zona”, confió ante la consulta de este diario.
Lo cierto es que ayer en Casa Rosada la causa siguió siendo el tema más comentado. Por un lado, algunos admitían que la gravedad del tema terminó abruptamente con la campaña. “Es muy grave y no sabemos si va a tener impacto el domingo. Hay que calmar la ansiedad y esperar las pericias. Pero nos parece improbable que alguien haya guardado el cuerpo y luego lo haya depositado en el río”, relató un funcionario.
Un integrante del gabinete, en tanto, se mostró esperanzado que hoy desde la morgue judicial “algo parcial se sabrá” sobre la identidad del cuerpo hallado el martes pero que “va a demorar varios días más” tener el informe completo de la autopsia que revelaría la forma en que murió esa persona.
Por la tarde estuvo presente en Balcarce 50 el jefe de la AFI, Gustavo Arribas, lo que despertó las sospechas de una reunión con Macri en la antesala de la marcha que se realizó en Plaza de Mayo. Oficialmente se informó que mantuvo una reunión de “presupuesto” con el vicejefe Gustavo Lopetegui.
Cerca de las 17 el ministro de Energía, Juan José Aranguren, arribó a Casa Rosada para una reunión de coordinación. Cuando un funcionario le avisó que habían detenido a Roberto Baratta -ex mano derecha de Julio De Vido y quien lo hostigaba cuando éste comandaba Shell argentina-, no se inmutó. “No se alegró ni hizo comentario alguno: sólo contó sobre la nueva licitación de energías renovables que había encabezado en el CCK’, explicó un testigo del encuentro al describir la “fría” personalidad del funcionario.
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