Su entrenador personal percibía 5.800 por mes de la divisa norteamericana, mientras que su cocinero cobraba 4.200. Además, tenía tres niñeras a las que les pagaba entre 2 y 3 mil, parte en blanco y otra en negro.

La Fiscalía de Uruguay que investiga a Marcelo Balcedo, ex líder del SOEME, por supuesto lavado de dinero dio a conocer las altas cifras que el gremialista le pagaba a sus empleados personales por tareas de limpieza y cocina en su casa o por cuidar a sus hijos.

Una de las personas que más dinero cobraba por parte del ex titular del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación era un profesor de educación física que hacía cuatro años estaba al lado de la familia: recibía 5.800 dólares mensuales.

Además de ser el entrenador personal de Balcedo, el hombre en cuestión le cuidaba la chacra que tiene en el departamento oriental de Maldonado, cumplía funciones como su chofer y hasta viajó con él de vacaciones a Estados Unidos, México, Tahití y Aruba.

Así lo indicó en la audiencia de formalización de la investigación penal el fiscal Rodrigo Morosoli, a partir de los testimonios brindados a la Policía por una veintena de personas que trabajaban en el chalet de la familia Balcedo.

Por otra parte, el empresario periodístico también le pagaba un importante sueldo a las tres niñeras que cuidaban de los tres hijos que tiene con su esposa Paola Fiege, también detenida en el marco de esta investigación.

Una de ellas declaró recibir unos 21.400 pesos uruguayos al mes (unos 755 dólares) y reconoció que también se le daba una suma en negro hasta completar el total de 3 mil dólares, según publicó el diario El País.

Otra de las niñeras, que además era profesora de inglés y portugués, detalló que ganaba con los Balcedo una mensualidad de 22.191 pesos uruguayos (unos 780 de la divisa norteamericana), aunque en mano le daban 2 mil dólares.

Finalmente, la mujer que cuidaba por la noches a un bebé de 1 año y dos hijos de 11 y 4 percibía una remuneración de 19 mil uruguayos (casi 670 dólares), pero detalló que le pagaban por afuera del sistema legal la misma suma que a su compañera.

En tanto, el chef personal de la familia le dijo al fiscal Morosoli que cobraba unos 20 mil uruguayos, más otros 4.200 dólares que eran entregados en negro.

Al resto de los empleados, que son un total de 24 y la mayoría está hace unos tres o cuatro años con los Balcedo, le solía dar un adicional de 500 dólares con el sueldo que depositaban en blanco, de acuerdo con lo que publicaron los medios uruguayos.

Ayer se iba a llevar a cabo la audiencia para determinar la extradición del dirigente sindical a la Argentina, pero fue suspendida porque sus abogados pidieron que esa decisión la tome la jueza titular de Crimen Organizado María Elena Maynard.

En tanto, el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak ya pidió a la Justicia uruguaya la extradición de Balcedo y de su esposa, Paola Fiege, para que sean juzgados en la Argentina por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos y asociación ilícita.

El magistrado reclamó además al vecino país la repatriación de todos los bienes confiscados al sindicalista, luego de que fuera detenido en su chacra de Playa Verde, en el departamento de Maldonado: entre ellos figuran autos de alta gama, propiedades, terrenos y 7,5 millones de dólares en efectivo hallados en cajas de seguridad.

En la causa se investiga la puesta en circulación en el mercado formal de una importante cantidad de bienes que habrían sido adquiridos con capital obtenido por “diversos hechos ilícitos”, a través de maniobras en las que también habría intervenido la mano derecha de Balcedo y prosecretario del SOEME, Mauricio Yebra, también detenido.

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