El presidente Mauricio Macri relevó al jefe del Ejército, teniente general Diego Suñer y designó en su lugar al general de brigada Claudio Ernesto Pasqualini.
El desplazamiento de la cúpula de esa fuerza, que venía siendo postergado desde fines de diciembre a consecuencia de la tragedia del submarino ARA San Juan y que se habría producido por “diferencias” con el nuevo esquema de Defensa que implementará el Ejecutivo, por el momento no vendría acompañada de cambios en el resto de las armas.
Hasta ayer el general Pasqualini, de 57 años, se desempeñaba como jefe de la II División del Ejército, con asiento en la ciudad de Córdoba. Egresó del Colegio Militar de la Nación, como subteniente del Arma de Infantería, en diciembre de 1982.
En el gobierno ayer explicaban que la salida de Suñer estaba decidida en diciembre pero que se postergó por la desaparición del submarino y sus 44 tripulantes, y el análisis posterior sobre la situación de las fuerzas. “Fin de ciclo”, definió un vocero consultado por este diario sobre los motivos de la decisión al tiempo que desde otros ámbitos del gobierno daban cuenta de que Aguad, en el cargo desde julio por la partida de Julio Martínez (actual senador), “tenía el derecho de hacer cambios en las cúpulas de las fuerzas”.
Sin embargo, ayer en Balcarce 50 negaron que por ahora vaya a ser desplazado el titular de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Víctor Amrein. Y en el caso de la Armada, es dirigida por el vicealmirante José Luis Villán, que había sido designado titular interino en diciembre último a consecuencia del naufragio que conmocionó al país. Por ahora el jefe militar retendrá el mando.
Sí cobró fuerza ayer la versión que la salida de Suñer se explicaba por el nuevo plan para reformular las Fuerzas Armadas que tiene pensado anunciar el Ejecutivo en las próximas semanas. El mismo prevé una “mayor integración de las fuerzas” con acciones conjuntas de las tres armas con lo que el ex jefe militar no habría estado de acuerdo.
Para llevar adelante estos cambios cobraría mayor protagonismo el actual jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Bari del Valle Sosa que, de esta manera, también retendría su cargo. El hombre fuerte castrense está vinculado con el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo (su mujer trabaja con el referente PRO).
Con todo, Aguad ultima detalles para anunciar el mentado plan para reformular las fuerzas que, entre otros cambios, plantearía unificar en la Fuerza Aérea las bases aeronáuticas con lo que la Armada perdería la aviación naval y el Ejército algunas unidades, designar civiles en algunas direcciones castrenses y la creación de una “fuerza de intervención rápida”, compuesta por agentes de las tres armas, destinada a combatir a combatir el narcotráfico y el terrorismo.
“Esto tiene que ver con la seguridad nacional y no con la seguridad”, se atajó la semana pasada Aguad cuando se le advirtió que las fuerzas armadas tienen prohibido intervenir ante un delito por la denominada ley de seguridad interior.
“Podemos prestar apoyo logístico -inteligencia, recursos, medios de transporte- a Seguridad pero de ninguna manera pensamos que el Ejército intervenga en temas de seguridad”, remarcó en declaraciones radiales al tiempo que consignó que “no se trata de que los soldados salgan a la calle a pelear contra el delito”.i