La actuación de las fuerzas de seguridad frente a los piquetes que se ciernen sobre el centro porteño sigue dividiendo opiniones entre Nación y Ciudad: ayer a último momento se postergó un cónclave que hoy iba a reunir a funcionarios de ambas jurisdicciones para analizar el tema y recién en 15 días podrían anunciarse medidas oficiales en el marco de un plan integral de seguridad.
Las movilizaciones de agrupaciones sociales que en las últimas semanas hicieron colapsar el centro porteño -y su posterior repercusión en las encuestas y en usuarios de redes sociales-, llevaron a las autoridades de la Nación a poner el foco nuevamente en esta problemática: fracasado el protocolo antipiquete anunciado hace más de un año, ahora buscan coordinar con el gobierno porteño cómo abocarse a disuadir los piquetes callejeros.
En este marco, un cónclave entre funcionarios de Nación y Ciudad que se iba a realizar hoy finalmente se suspendió.
Ayer por la tarde cerca del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, quien iba a participar del encuentro por su vínculo con las organizaciones sociales, habían confirmado la reunión, pero al anochecer se postergó.
Es que la foto no iba a estar acompañada de un anuncio. “Era una reunión de trabajo. Hay reuniones periódicas en el área Seguridad”, se explicó.
En paralelo, funcionarios consultados desmintieron que hubiera estado planificado el encuentro. Con todo, la falta de acuerdo podría explicar las ulteriores desmentidas.
Lo que sí dejaron trascender otras usinas oficiales es que en el gobierno porteño trabajan en un plan integral de seguridad, que sería anunciado en 15 días y que entre otras cuestiones, prohibiría bloquear el Metrobus cuando se lleven adelante manifestaciones.
Luego de que anticipara en el programa de Luis Majul la noche del domingo que efectivos comenzarían a actuar para disuadir a los manifestantes callejeros, ayer la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se expresó con mayor cautela: “Paso a paso, de una manera lógica, vamos a empezar a actuar. Las (fuerzas de seguridad) de la Ciudad en Buenos Aires y nosotros en las rutas federales”, indicó la funcionaria en su cuenta de Facebook ante la consulta de una usuaria acerca de cuándo comenzarían a desactivar los piquetes.
En el fondo, aún no hay acuerdo entre Nación y Ciudad sobre cómo actuar sobre los cortes de tránsito. En Casa Rosada sostienen que ya transferida la Policía y los recursos a la Ciudad, es el gobierno porteño quien debe lidiar con los bloqueos en las calles.
Empero, un funcionario cercano al ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, reiteró que existen visiones distintas acerca de la problemática.
“Una movilización como la de la semana pasada en Desarrollo Social no se puede reprimir. Muchas veces en los piquetes hay madres con criaturas en el frente. Entonces hay dos derechos en discusión: la ocupación del espacio público y la integridad de una criatura”, explicó ante la consulta de este diario.
En la cartera de Seguridad porteña insisten en que el ministerio público fiscal tiene previsto un protocolo en caso de cortes de calle -no multitudinarios- y que estén previamente notificados.
“Si Desarrollo Social o Educación no estuvieran en el centro porteño no habría marchas. Ocurre que cuando vamos a hablar con los manifestantes nos dicen que quieren entrevistarse con funcionarios nacionales”, agregó el funcionario consultado.
Con todo, las organizaciones sociales rechazan cualquier intento del Estado por controlar las manifestaciones. Juan Grabois, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), ayer nuevamente manifestó que “estamos en desacuerdo. Y a nosotros nadie (del gobierno) nos consultó nada” acerca del tema.