“Sobre el fallo lo que puedo decir es a nivel personal porque no es algo que he conversado con otros. Yo coincido en que un fallo de estas características no ayuda para transitar en este camino de memoria, verdad y justicia. Provoca intranquilidad y enojos”, señaló monseñor Jorge Lozano en referencia al 2x1 de la Corte Suprema de Justicia que benefició a genocidas de la última dictadura.
La semana pasada, el también arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo había señalado como “una infeliz coincidencia” que la resolución del Máximo Tribunal hubiese sido dispuesta en la misma semana en la que, en Pilar, la asamblea plenaria de obispos escuchara testimonios de víctimas del terrorismo de Estado ejercido durante la última dictadura y de familiares de víctimas de la acción de grupos guerrilleros en la década del ’70.
En esa oportunidad, el titular de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social ya había expresado sus críticas a la ley del 2 x 1 -que rigió entre 1994 y el 2001-por su “origen no legítimo en cuanto a que busca reducir las penas para apurar a la justicia, cuando (la justicia), siendo que lo que tendría que hacer es trabajar de acuerdo a los ritmos procesales adecuados en lugar de que haya reducción de condena”.
En tanto, en la entrevista que concedió hoy a radio Rivadavia, Lozano cuestionó “a título personal” el fallo dictado por la Corte y agregó: “No llegamos a un parecer común entre el grupo de asesores con el que hablamos al respecto (sobre el fallo), así que estoy esperando que decante la situación, pero mientras tanto, no hay nada que me impida hablar a modo personal”.
Para monseñor Lozano, están basadas en “la conveniencia de hacer una declaración en algo que está en un camino de discernimiento en cuanto a los pasos legales que se deberán dar o correspondan”, y aclaró que la Iglesia “no busca el olvido” de los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. “Tal vez el problema fue el modo en que se comunicó y la forma en la que se tomó la palabra ’reconciliación’. Para nosotros, desde la fe, es algo muy cercano en el encuentro con Dios, pero ha sido una palabra muy manipulada, y algunos la entienden como sinónimo de impunidad, o como dar vuelta la página o mirar para otro lado, y lejos de nosotros proponer eso”.
Lozano consideró que son cuestiones “muy íntimas” pero valoró la importancia de la Justicia al considerar que, si no la hay, “no hay paz posible”. A modo de ejemplo, recordó que cuando el Papa Juan Pablo ll “fue baleado en la Plaza San Pedro, después de que se repuso, fue a ver al terrorista que le disparó a la cárcel, pero no pidió que lo dejaran libre. Fue un gesto de cercanía y perdón pero que no tuvo que ver con alterar el orden de la Justicia”.
El religioso pidió también “a los que tengan datos (sobre los desaparecidos) que los aporten” al ser consultado sobre la ausencia de arrepentimiento. “Yo hablé con unas tres o cuatro personas a lo largo de mi vida que se acercaron, no en confesión, pero sí en charlas ocasionales, a mostrar arrepentimiento y les pedí que, como un símbolo de eso, contaran la información que pudieran tener”, consignó, aunque dijo no saber si finalmente eso se produjo porque no volvió a encontrarse con esas personas.