“Quiero mantener mi perfil de seriedad frente a esto. Vamos ya, presentémonos”. Eso fue lo que Julio De Vido le dijo a su abogado Maximiliano Rusconi antes de presentarse voluntariamente ante la Justicia. Sabía que en su departamento de avenida Del Libertador, en el barrio porteño de Palermo, se montaría una guardia periodística lista para retratar el momento en que saldría esposado.
"No se iba a entregar antes porque era un diputado en situación de libertad. Tardamos cinco minutos en llegar, no sé si lo vio. Él se iba informando de lo que sucedía por lo escuchaba en la radio y yo le iba transmitiendo", contó el propio Rusconi en declaraciones a radio La Red.
La Gendarmería desconocía esa decisión tomada en el último suspiro de libertad que le quedaba al emblemático ministro kirchnerista y por eso pudo verse por televisión un espectáculo como el que se transmitió el miércoles prácticamente por cadena nacional.
En ese sentido, el letrado comentó que su cliente quería mantener su “perfil de seriedad” y disparó: “Patricia Bullrich no tuvo la foto que le había prometido al presidente en el domicilio, entonces lo que hizo fue pedirle al servicio penitenciario esas fotos que son totalmente privadas”.
“Lo que se abandonó ayer es el Estado de Derecho desde el Parlamento. Los diputados dejaron instalado que cualquier denuncia puede generar que a un sujeto lo detengan con sólo decir de modo arbitrario que quizás puede obstaculizar la investigación”, justificó.
Asimismo, sostuvo que “es moralmente espantoso que permanentemente lo que se haga sea encarcelar sin elementos a una persona y enseguida enviarle el mensaje de que si habla va a tener premio”.
Por otra parte, descartó que el ex funcionario detenido desde ayer en el penal de Ezeiza vaya a “hablar” para involucrar a otros miembros de la gestión kirchnerista. “Conceptualmente me opongo a esas extorsiones. No voy a entrar. Creo que del diálogo que tengo permanentemente con Julio De Vido ni siquiera nos hemos planteado esto”.
comentar