El Gobierno comenzó un restructuración de distintas dependencias nacionales y todas correrán con una suerte dispar, incluyen varias que desaparecerán.
El Gobierno nacional decidió avanzar con la reestructuración de siete organismos en una serie de decretos al filo día del vencimiento de las facultades delegadas que el Congreso le otorgó hace un año al presidente Javier Milei. Según lo anunció el vocero Manuel Adorni, habrá cambios en varias áreas del Estado.
La lista incluye al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal (ARICCAME), el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI), el Instituto Nacional de Semillas (INASE), el Instituto Nacional de la Vitivinicultura (INV), y el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI).
"La reestructuración de organismos ineficientes y programas superpuestos con otras agencias públicas permite avanzar en una organización administrativa más racional que fortalezca el equilibrio fiscal, optimice el uso de los recursos disponibles y promueva una asignación del gasto eficiente y transparente", indicaron.
Desde el Gobierno manifestaron que estas reformas permitirán mejorar la asignación de recursos, avanzar en una administración “más racional” y alinear los objetivos de cada área con las metas macroeconómicas.
El INTI pasará a funcionar como una unidad dependiente de la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía, manteniendo su nombre institucional. El organismo cuenta con una planta de 2.356 trabajadores y un presupuesto anual que supera los $85.600 millones. Su estructura incluye más de 250 dependencias distribuidas en seis niveles jerárquicos.
Mientras que el INTA será reconfigurado como un organismo desconcentrado bajo la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía. El instituto tiene más de 6.000 empleados y un presupuesto cercano a los $229.000 millones anuales. El nuevo perfil del INTA se enfocará en generar conocimientos y tecnologías aplicadas a la producción agropecuaria.
La ARICCAME será disuelta y sus funciones pasarán a una Dirección Nacional en la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía, como parte del proceso de simplificación del aparato estatal y de eliminación de estructuras que no demostraron resultados acordes a su propósito.
En la nueva configuración, la ANMAT volverá a tener a su cargo la regulación del cannabis medicinal, mientras que la Secretaría de Industria y Comercio regulará el cáñamo industrial, exceptuando la flor. Por su parte, la Secretaría de Agricultura será la autoridad competente en semillas y reproducción vegetal.
El INAFCI será disuelto, y las funciones establecidas por la ley 27.118 quedarán a cargo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía.
El organismo fue creado en 2022 y, según la evaluación del Gobierno, funcionó como una herramienta política que llegó a contratar más de 900 personas y canalizó beneficios hacia distritos con afinidad partidaria.
El INASE, por su parte, dejará de operar como organismo descentralizado. Sus competencias serán absorbidas por una unidad dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía.
Con 233 empleados y un presupuesto superior a los $20.000 millones, el INASE, según el Gobierno, representaba una fragmentación innecesaria dentro de la política agrícola.
En cambio, el INV será reconvertido en una unidad organizativa de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía, conservando su denominación y asegurando la continuidad del proceso de certificación para la exportación de productos vitivinícolas.
El INPI será transformado en un ente desconcentrado bajo la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía. El Instituto, que cuenta con 362 empleados y un presupuesto cercano a los $8.500 millones, dejará de ser un organismo
comentar