Política |
3'
Juan Marino roviene de Partido Piquetero y realizó una particular jura al asumir como diputado nacional en la banca que dejó vacante Sergio Massa.
El dirigente social bonaerense Juan Marino asumió este martes como diputado nacional por el Frente de Todos (FdT) en la banca que dejó vacante el hasta la fecha titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien mañana miércoles asumirá como ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura.
De 34 años de edad y hasta la víspera ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Marino juró “por el salario básico universal. Para que la deuda la paguen los que la fugaron. Viva la lucha estudiantil, viva la lucha obrera y piquetera. Viva la lucha de todos, todas y todes”.
Marino, número 29 en la lista de candidatos a diputados nacionales del Frente de Todos, llega al Congreso por los corrimientos que se dieron en aquella nómina como consecuencia del pase al Poder Ejecutivo de varios de sus integrantes, y por la aplicación de la ley de paridad de género que obliga a que el reemplazante de un legislador varón sea otro varón.
El flamante diputado nacional, que fue militante del Partido Obrero, completará el mandato de Massa hasta el 9 de diciembre de 2023 y permitirá que el bloque del Frente de Todos continúe como la primera minoría del cuerpo, con 118 integrantes; dos más que Juntos por el Cambio.
El Partido Piquetero es la expresión del movimiento social Unidad Piquetera, que también tiene a Marino como referente y fundador. Los militantes utilizan remeras o pecheras de color rojo y en el centro una hoz comunista y el dibujo de una olla popular.
Al igual que el Frente Patria Grande de Juan Grabois, la Corriente Clasista y Combativa de Juan Carlos Alderete, la CTA Autónoma, y Unidad Popular de Claudio Lozano, el Partido Piquetero se enmarca en lo que algunos llaman "la izquierda del kirchnerismo".
En efecto, Marino estuvo en el escenario montado en el Puente Pueyrredón donde un combativo Grabois despotricó contra el presidente Alberto Fernández y juró que las organizaciones sociales allí presentes estaban dispuestas a "dejar la sangre en la calle" para luchar contra el ajuste.