Los malvivientes se llevaron elementos de jardinería, herramientas, máquinas para la cocina, utensilios, un televisor, cacerolas y otros objetos, y provocaron múltiples destrozos.
A raíz del noveno robo sufrido en lo que va del año, allegados a la Escuela de Educación Especial 501 de Berazategui realizaron un abrazo simbólico al establecimiento para pedir que cesen los hechos de inseguridad y que se refuercen de manera inmediata los sistemas de prevención, debido a que en cada ilícito representa una seria pérdida de herramientas, electrodomésticos y aparatos tecnológicos que afectan al desarrollo de las clases de los pequeños.
Los atentados de este tipo contra las instituciones han aumentado de manera considerable en el último tiempo. Los vándalos aprovechan que muchos de esos edificios no tienen cámaras de vigilancia ni alarmas y no solo roban, sino que además rompen puertas, ventanas, baños, muebles y hacen cualquier destrozo. Así las cosas, los menores se ven perjudicados, pero también los docentes y auxiliares que trabajan a la par a diario.
En esta oportunidad, asaltaron al colegio 501 de educación especial, situado en la calle 149 entre 21 y 22 de Villa España. Los malvivientes se llevaron elementos de jardinería, herramientas, máquinas para la cocina, utensilios, un televisor, cacerolas y otros objetos. La indignación en la comunidad se hizo notar rápidamente, ya que es el noveno hecho que se replica en el transcurso de 2024. En sintonía, organizaron un abrazo solidario simbólico que se desarrolló en la mañana de este lunes.
Los concurrentes escribieron pancartas y se pararon en las puertas de la escuela para protestar y pedir más medidas de prevención para que, de este modo, no se repliquen los robos. Creen que quienes llevan adelante los robos son siempre los mismos y piden que los identifiquen y los pongan tras las rejas, ya que al llevarse material de las escuelas, los chicos no pueden tener sus clases como corresponde.
Asistieron muchos padres, madres, familiares y docentes, quienes desde las 8 se pararon allí y pidieron además tener una reunión con las autoridades policiales para lograr solucionarlo.
“Se siente la inseguridad, la falta de empatía de los que dicen que hagamos escuela. Hacer escuela cuando los compañeros auxiliares tienen que hacer malabarismo para poder hacer el desayuno, el almuerzo y la merienda, con las pocas cosas que quedaron ya que robaron muchísimos utensilios, ollas, entre otras cosas. La comunidad educativa está cansada de que no haya respuestas. Que nos den seguridad. Han roto, se han llevado material que utilizamos para trabajar con los alumnos”, indicó una mujer ligada a la institución.
El primer robo fue el 11 de marzo y cada vez que se repiten estos episodios, hay que arreglar puertas y ventanas. Creen que tras el abrazo solidario, las cosas van a cambiar y empezarán a prestarle más atención a las inmediaciones del edificio.
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