En breve enfrentará otro juicio por el mismo delito contra la hermana de la víctima. El testimonio que brindó fue clave para justificar la condena.
Un sujeto fue condenado a 8 años de prisión por haber abusado sexualmente de su sobrina durante un largo período y enfrentará otro juicio por el mismo delito contra la hermanita de la víctima, en tanto que los vejámenes ocurrieron en una vivienda de Berazategui y tuvo amenazadas a las niñas para que no hablaran al respecto, mientras que ellas brindaron su testimonio en la cita, el cual fue clave para argumentar la condena, y eligieron no verle la cara.
La Justicia actuó tras una extensa lucha y dos pequeñas que sufrieron las peores agresiones imaginables por parte de quien debía cuidarlas tendrán un poco de tranquilidad finalmente, al igual que todo su círculo cercano. Lo cierto es que su tío, quien parecía amigable y no levantaba sospechas en sus alrededores, las sometía y les exigía que no confesaran lo que les iba pasando día a día.
La condena a 8 años de prisión fue por los abusos hacia una de las pequeñas, en una vivienda ubicada en Berazategui. Los mismos se dieron durante los años 2014 y hasta 2021, pero hizo lo propio con la hermanita restante, entre el 2007 y hasta 2018. Por este último caso será enjuiciado próximamente y podría aumentar su pena tras las rejas. Lamentablemente y a pesar de esta noticia, el daño psicológico es muy grande.
En la cita judicial, al brindar su testimonio, el cual fue fundamental para poder culparlo y establecer el monto de la pena, las niñas eligieron no verlo y tampoco cruzarlo. Es por ello que ante esta petición, las autoridades judiciales pusieron al acusado, identificado como José Medina, detrás de una estructura de cemento que se encuentra en el interior del recinto y salió cuando salieron las damnificadas.
La fiscal María de los Angeles Attarian Mena amplió los cargos según las pruebas que se fueron presentando en el juicio y finalmente el acusado irá a prisión por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la situación de guarda”. Aprovechó los momentos a solas que tuvo con las pequeñas ya que estaba a cargo de ellas cuando su madre no podía cuidarlas.
Las víctimas, que ya son adolescentes, pasaron por estudios médicos, pericias psicológicas y muchas instancias en el procedimiento judicial. Todo eso, sumado a las agresiones sufridas, provocó daño y estrés que deben combatir día a día. Las autoridades pusieron a sus equipos a disposición y realizan monitoreos para acompañarlas en esta primera etapa del duro proceso que tuvo su finalización en las últimas horas.
El juicio fue llevado adelante en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 1 del Departamento Judicial de Quilmes y ahora, los familiares de las niñas abusadas, esperan el inicio de la próxima cita para poder cerrar definitivamente esta etapa de sus vidas y poder obtener un poco más de tranquilidad.
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