El hallazgo fue realizado por ciclistas que circulaban en inmediaciones del Parque Pereyra Iraola. Sospechan que pudo ser un ritual religioso o el resultado de una faena clandestina.
En medio de un terrible episodio de violencia, al menos once animales mutilados fueron encontrados en las inmediaciones del Parque Pereyra Iraola de Berazategui por un grupo de ciclistas que circulaban por el predio, en tanto que actuó el cuerpo de Guardaparques e investigan lo ocurrido las autoridades policiales, ya que creen que se pudo tratar de un ritual religioso o de una faena clandestina en la zona.
Nuevamente, la actividad ilegal dentro del mencionado espacio queda en el ojo de la tormenta y son los agentes del Destacamento local quienes tienen que lidiar con los malvivientes que se apersonan durante la noche por lugares poco transitados para cometer este tipo de desastres. Esta vez, el panorama fue desolador e impactante para aquellos que pasaban por allí.
Según explicaron ciclistas, en un momento de su recorrido divisaron en el verde pasto un cúmulo de cuerpos que no podían identificar de qué especies eran. Al acercarse, se horrorizaron por completo: eran perros, ovejas, cerdos, cabras y gallinas mutiladas, sin patas ni cabeza. De inmediato avisaron a las autoridades policiales y a la Fundación Planeta Vivo.
“Una vez más, una triste realidad golpea al Parque Pereyra Iraola. Hoy nos encontramos con esta escena: más de 15 animales muertos -entre ovejas, cabras, chanchos y gallinas- víctimas de rituales religiosos, con marcas de mutilaciones en sus cuerpos”, sostuvo su presidente, Fernando Pieroni, a través de redes sociales. Y agregó. “En lo que va del año ya rescatamos dos ovejas que habían quedado agonizando tras estos nefastos rituales. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos y tras una larga agonía, no logramos salvarlas”.
Guardaparques del sector San Juan encontraron una cuchilla en los alrededores y todo el material fue entregado a los investigadores, quienes retiraron los cadáveres y tomaron las pericias necesarias.
La Justicia investiga el caso y no solo mantiene la hipótesis del ritual religioso, motivo por el cual no descarta que todo sea parte de una faena clandestina.
“La escena que vimos hoy no es aislada. Es una muestra más del deterioro que sufre el parque, que debería ser un espacio cuidado y respetado”, sostuvieron desde la ONG y agradecieron el trabajo de los Guardaparques a pesar de sus escasos recursos.