El Granate, que venía de ser campeón de la Copa Sudamericana, no pudo revalidar credenciales por el certamen doméstico y cayó a manos del Matador por los octavos de final.
Lanús perdió por la mínima diferencia a manos de Tigre, en condición de local, en el marco de los octavos de final de la Copa de la Liga. De esa manera quedó eliminado del certamen doméstico y no pudo revalidar las credenciales luego de la coronación en la Copa Sudamericana frente a Atlético Mineiro en Paraguay.
La noche en la Fortaleza de Cabrero y Guidi, con las tribunas colmadas por más de 45 mil hinchas, no pudo ser completa y el Matador se aprovechó para firmar un 1 a 0 que fue suficiente para avanzar a la siguiente instancia, donde se verá las caras con Racing, en Avellaneda.
Los conducidos por Mauricio Pellegrino estuvieron lejos del nivel expuesto el sábado pasado en Asunción, aunque siempre contaron con el protagonismo principal para intentar desnivelar. Sin embargo, no hubo forma de concretarlo y todo quedó en manos de la visita.
El gol llegó en el arranque del complemento, con un rebote del que sacó rédito a la salida de un córner que no supo contener la defensa del anfitrión. Y si bien hubo un intento de reacción, el dueño de casa no logró encausar el trámite y el club de Victoria sentenció la historia para acceder al lote de los mejores ocho combinados de la competencia.
La chance más clara para el elenco de la zona sur del conurbano bonaerense fue un gol de Rodrigo Castillo que no convalidó el árbitro a instancia del VAR por una mano en un cruce con el arquero, que había salido en falso.
Así se esfumó la chance de igualar, más allá que hubo intentos esporádicos para lograr el objetivo, sumado a la búsqueda mediante los cambios por parte del DT que no surtieron efecto.
Lanús, por lo pronto, tuvo su fiesta, su momento especial, con la copa y también con la despedida de Lautaro Acosta, pero se quedó con un sabor amargo porque se va de vacaciones sin poder seguir camino en el torneo local.
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