El Tricolor superó por 25 a 17 al club oriundo de Lanús y se aferró a la corona en la competencia de handball integral, en la rama femenina, que se desarrolló en la Patagonia.
Mariano Acosta se consagró campeón del Nacional B de clubes que se desarrolló en Comodoro Rivadavia al vencer por un contundente 25 a 17 a Cideco en la final, lo que lo erige como el mejor de la competencia en la rama femenina tras una semana de intensa actividad.
El Tricolor, una de las actuales potencias de la disciplina, corroboró su supremacía y no tuvo dificultades para despachar al rival en el juego decisivo tras un trámite que empezó parejo pero que, con el correr del reloj, fue confeccionándose a favor de la entidad de Don Bosco.
La satisfacción en este tipo de certámenes a nivel integral llegó luego de cinco años y en la región todo es felicidad, especialmente por el rendimiento expuesto en todas sus líneas, sin dejar lugar a dudas para concretar el objetivo.
Para el vencedor fue clave el aporte de dos baluartes de la Selección Argentina, pues Manuela Pizzo, estandarte de la Garra, posibilitó allanar el camino gracias a su destreza manejando el balón y las conversiones desde los 7 metros; mientras que Micaela Corimberto, reciente subcampeona mundial con las Kamikazes en el handball de playa, en China, brindó su ayuda con cada contragolpe desde el lateral.
¿Cómo llegó el combinado que conduce Nahuel Suberbie a la gloria? Fue líder indiscutido en la zona D, con 9 unidades gracias a los triunfos sobre Escuela Municipal Km 5, de Chubut, el anfitrión, al que derrotó por 44 a 10; Deportivo Goliat de Río Negro -en el interbloque- por 31 a 17; y Tupungato de Mendoza por 36 a 21.
Así, el club de la región pasó directamente a los play-off, donde, en cuartos de final se topó con Alta Barda de Neuquén por un más ajustado 36 a 29 y en semis a Universitario de Córdoba por un inapelable 36 a 21.
De esa manera arribó a una final con Círculo de Comunidad, y allí el primer tiempo certificó una paridad notable, con un adversario que siempre estuvo delante en el tanteador hasta promediar el capítulo, cuando una sólida defensa, y un ataque punzante, se combinaron para destrabar el marcador y derivar en la alegría que se concretó ya en el complemento.
Para Mariano Acosta es la evidencia del crecimiento en la disciplina y la intención de revalidar credenciales en la estructura siguiente, pues esta grilla B brinda plazas para la A en la siguiente competencia.
Mientras tanto, la mirada se posa en la definición de la Liga de Honor Oro, en la que se avanza hacia el final del Apertura. Allí la gloria es esquiva, pues se está en la medianía del registro y todo pareciera mostrar que el título quedará en manos de Sedalo, cuando falta apenas una jornada para el cierre.
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