El presbítero Franco Lütens fue desvinculado de su parroquia y de todas sus actividades pastorales. Además, se dio inicio a la investigación en el ámbito eclesial, más allá de la instancia civil.
Ante las graves acusaciones contra el presbítero Franco Lütens, denunciado ante la Justicia de Quilmes por abuso sexual, el titular de la diócesis, monseñor Carlos Tissera apartó al sacerdote de la parroquia Virgen María, Madre del Pueblo y de todas las actividades pastorales.
La decisión fue dada a conocer por el Equipo para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables diocesano "ante las gravísimas denuncias publicadas en redes sociales y ante la constatación del inicio de la causa penal en la Justicia civil".
Además, el obispo dio inicio a la investigación formal en el ámbito eclesial, siguiendo las recomendaciones dadas por el Papa Francisco a todas las conferencias episcopales del mundo.
Lütens fue denunciado por tres presuntas víctimas identificadas en una causa investigada desde la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) número 8 del Departamento Judicial Quilmes, a cargo de Bárbara Velazco, cuya carátula es "abuso sexual doblemente ultrajante, con acceso carnal, agravada por haber sido cometido por un ministro de culto".
En el comunicado emitido por el Obispado se expresa que "monseñor Tissera lamenta profundamente estos hechos, ofrece ese equipo diocesano para la recepción de denuncias y para acompañar a las posibles víctimas y sus familias, y se pone a disposición de la Justicia civil para colaborar de manera activa".
En ese sentido, informaron que para realizar consultas o denuncias, la Diócesis de Quilmes ha puesto a disposición el contacto del Equipo de Protección de Menores, al que se puede acceder a través del correo [email protected] o al teléfono (011) 15-3000-5817.
Desde la asociación Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina siguen reclamando mayor celeridad en el proceso judicial y que se inste al sacerdote de Berazategui a presentarse a la segunda convocatoria de pericias ordenadas por la Fiscalía número 8 de Quilmes".
Por otra parte, la agrupación alertó sobre presuntos abusos cometidos entre los años 1980 y 1995 en Asunción, Paraguay.