Más allá de que el Decano se impuso por la mínima ante Racing de Córdoba, el DT valoró el nivel de sus dirigidos y las mejoras en relación con las fechas pasadas.
Tras la victoria de Quilmes por 1 a 0 ante Racing de Córdoba en el Estadio Centenario, Sergio Rondina, entrenador del equipo cervecero, expresó su satisfacción por el rendimiento de sus dirigidos, destacando la mejora que mostraron en el juego. Con este triunfo, Quilmes no solo se mantiene firme en los puestos del Reducido, sino que también rompió una racha sin ganar ante su gente, devolviendo la alegría al público local tras un mes de sequía.
"Dimos un paso adelante en el rendimiento. El equipo fue prolijo e intentó jugar", comentó Rondina al finalizar el encuentro. Si bien reconoció que aún quedan aspectos por ajustar, como la precisión en los centros y los pases entre líneas, el entrenador fue claro en que su equipo fue superior a Racing de Córdoba durante todo el partido: "Más allá de esto, el equipo en líneas generales fue más que el rival y mereció el partido de punta a punta".
Quilmes logró imponer su juego desde el inicio, controlando el balón y generando varias situaciones de peligro. Sin embargo, según el análisis de Rondina, el equipo no pudo concretar algunas de las oportunidades creadas en el primer tiempo. "Lo hicimos bien, pero terminamos mal las jugadas", admitió, aunque destacó que el desempeño mostrado ante Patronato ya había dejado indicios positivos de mejoría.
El gol que le dio el triunfo al equipo de la ciudad fue obra de Leandro Allende, en un partido donde Quilmes mostró signos de crecimiento en su rendimiento colectivo. Este avance no es casualidad, y Rondina confía en que, de seguir en esta línea, su equipo podrá luchar por objetivos más ambiciosos en el campeonato. "Quilmes por nombre propio es candidato. Si nosotros seguimos creciendo como equipo, vamos a pelear", concluyó el técnico, dejando claro que su equipo tiene la convicción y la capacidad para ser protagonista en lo que resta de la temporada.
El triunfo ante Racing de Córdoba no solo mejora la confianza de Quilmes, sino que también fortalece su posición dentro de los puestos del Reducido, alimentando las expectativas de un club que aspira a volver a los primeros planos del fútbol argentino.
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