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La mujer de 74 años fue asesinada por un hombre de 71, con quien tenía una relación sentimental e intentó encubrir el crimen. Su defensa solicitó prisión condicional, por su avanzada edad.
El fiscal del juicio por un femicidio de una jubilada en Quilmes Oeste pidió cadena perpetua para el acusado, con quien la víctima mantenía una relación sentimental y convivía a pesar de los reiterados hechos de violencia, en tanto que la defensa del agresor sostuvo que dada su edad, imponerle semejante sanción sería “cruel” e “inhumano”, ya que lo estarían sentenciando a morir dentro de la prisión y exigió que le den la condicional.
Se trata de un caso que conmocionó a toda la comunidad quilmeña hace casi 3 años, por el intento de encubrimiento que opuso el femicida, a quien rápidamente se le cayó el falso relato, pero además de ello, porque la mujer era la madre del reconocido arquitecto Marcelo Suárez, quien se quitó la vida tras verse envuelto en una mega estafa millonaria. Por suerte, la penuria llega a su fin y el responsable sufrirá de una manera u otra las consecuencias por el brutal delito.
En la cita judicial estuvieron presentes los peritos que estudiaron la casa en la cual sucedió el crimen, situada en Benito Pérez Galdós al 700 y que fueron alertados en la medianoche del 27 de julio de 2022. La víctima, Sonia Edith Somoza de 74 años, fue golpeada por Rafael Emiliano Barboza, de 71. Si bien quiso defenderse y lo arañó, lamentablemente no pudo resistir y murió ahogada dentro de una pileta sin posibilidades de poder salvarse.
El femicida llamó al 911 y dijo que habían cenado, se acostaron, pero que en un determinado momento se despertó, la fue a buscar y la encontró tirada dentro del agua. Los investigadores dudaron desde un primer momento de dicha versión y pudieron llegar a la verdad con distintas pericias, incluida la autopsia, que mostró golpes en su rostro y rastro de ADN correspondiente al sujeto debajo de sus uñas, como símbolo de resistencia.
Así las cosas, el fiscal del caso, Andrés Nieva Woodgate, pidió pena perpetua para el hombre, lo cual supone que morirá en la cárcel, ya que recién podría salir teniendo más de 110 años, algo imposible. Es por ello que el defensor de Barboza exigió una morigeración en la condena y que le den la posibilidad de hacerlo de manera condicional. Argumentó que es inhumano y cruel morir en la prisión para una persona de su edad.
El responsable de la Fiscalía indicó que, entre otras cosas, la jubilada tenía más de 20 moretones en todo el cuerpo, principalmente en su cara y que murió antes de ser arrojada a la pileta, lo que indica que no se ahogó sola, sino que fue asfixiada previamente. Además, los propios vecinos sostuvieron que la relación entre ambas partes, que solo tenía dos años de antigüedad, era muy violenta y que días anteriores al femicidio los habían visto discutiendo de manera agresiva en la vía pública.
El fallo será comunicado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 3 del Departamento Judicial de Quilmes y lo harán los magistrados Rubén Darío Hernández, Alejandro Portunato y Julián Busteros.
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