Polémico resultado de juicio por jurados en Quilmes

Se trata de un grave episodio que sacudió a la comunidad el 17 de julio de 2014, cuando un oficial de las fuerzas policiales fue abatido por un grupo de malvivientes cuando salía de un cajero automático del Banco Provincia sobre la avenida 12 de Octubre. El caso no pasó desapercibido y en un primer momento creyeron que se trató de un posible ajuste de cuentas, hasta que confirmaron que el crimen fue parte de un robo. La víctima se llamaba Juan Carlos Cardus, tenía 34 años y se desempeñaba en la Dirección Departamental de Investigaciones.

Así las cosas, pudieron condenar al autor material del homicidio, Ricardo Gabriel De La Cruz, a 19 años de prisión, aunque faltaba otro partícipe de aquella jornada, identificado como Carlos Alejandro Clemente (49). Este fue enjuiciado en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 1 del Departamento Judicial de Quilmes por una docena de vecinos y el fallo generó controversia.

Es que llegó a dicha instancia acusado de “Homicidio en ocasión de robo”, pero su abogado defensor, Luis Daer hijo, pidió a los jurados que contemplaran su rol secundario en el hecho como partícipe y no como responsable principal. Por otro lado, María de los Angeles Attarian Mena, a cargo de la Fiscalía, pidió que lo encontraran “culpable” de los cargos impuestos.

Sin embargo, tras más de tres horas de deliberación, los vecinos quilmeños que componían el jurado lo declararon inocente por el delito de homicidio, pero culpable de “robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa”. Esto generó un claro malestar en los allegados a la víctima, que esperaban una pena mayor para Clemente, teniendo en cuenta que pasará mucho tiempo menos dentro de la cárcel.

Sus últimas palabras antes de que los jurados se retiraran del recinto, fueron: “Yo quería que me juzgue gente común. Siempre he trabajado, pero aquel día estaba alcoholizado y tomé malas decisiones. Estuve ahí, pero jamás ataqué, jamás hice nada”.

Es importante resaltar que a Cardus lo mataron de un balazo en su pierna, que le provocó la muerte debido a la gran pérdida de sangre cuando salía del cajero del Banco Provincia situado en 12 de Octubre y Sáenz Peña, a eso de las 4.50 de la madrugada. El último acusado estuvo prófugo durante ocho años, encerrado en la casa de su madre en San Vicente, hasta que fue encontrado por los investigadores.