Tristán Suárez le ganó a Gimnasia y Tiro y sueña con la permanencia

Con esta victoria, el equipo que dirige Francisco Martínez estiró su invicto como local y sigue ganando terreno en la tabla: alcanzó los 39 puntos y se ubica momentáneamente en la cuarta colocación, en zona de Reducido. En contrapartida, el Lobo salteño, que venía de dos empates consecutivos, perdió la oportunidad de acercarse al líder San Martín de San Juan.

El encuentro comenzó con iniciativa del conjunto local. Tristán se plantó con decisión desde el inicio, liderado por la movilidad de Alvaro Veliez y el desequilibrio de Alexis Steimbach, sus dos mejores armas ofensivas. El dominio no tardó en traducirse en situaciones claras. A los 27', tras un avance por derecha y varios rebotes dentro del área, la pelota le quedó a Domínguez, que no dudó: derechazo bajo y seco al primer palo para el 1-0 que descolocó al arquero Nicolás Abadía.

El gol dejó sin reacción a Gimnasia, que tardó en meterse en partido. Apenas generó peligro con alguna pelota parada o intentos individuales aislados, mientras el Lechero buscaba lastimar de contra. En una de las más claras del primer tiempo, Veliez quedó mano a mano luego de una corrida por izquierda, pero Abadía reaccionó rápido y le ganó el duelo al delantero local.

En el segundo tiempo, el trámite cambió. Tristán Suárez cedió la iniciativa y apostó al orden defensivo para conservar la ventaja. Gimnasia y Tiro adelantó sus líneas y empujó con intensidad, aunque sin demasiada claridad. La más clara la tuvo sobre el final, cuando Facundo Heredia sacó un remate potente desde el borde del área y el arquero Federico Sumavil voló hacia su derecha para evitar el empate con una atajada espectacular.

La última etapa fue un ejercicio de resistencia para el local, que supo cerrar los espacios y controlar el juego aéreo, uno de los puntos fuertes del conjunto salteño. El ingreso de Braian Andrada le dio algo de aire en la salida a los de Ezeiza, que sostuvieron el resultado sin grandes sobresaltos y terminaron festejando con su gente.

Tristán Suárez no brilló, pero fue práctico y efectivo. Ganó un partido clave en su casa, se acomodó en la tabla y alimenta el sueño de quedarse en la categoría. El invicto como local ya se volvió una marca registrada de este equipo, que encontró regularidad en el momento justo del torneo.

El próximo compromiso será de riesgo: visitará a Deportivo Maipú en Mendoza, otro de los que pelea arriba. Pero con esta versión firme y decidida, el Lechero sabe que puede dar pelea.