El sujeto de 24 años, con aparentes problemas psiquiátricos, rompió la vidriera con sus puños, sufriendo una herida, y luego arrojó un bicicletero. Fue reducido por la policía e internado en el Hospital Evita Pueblo.
En medio de un violento episodio, un sujeto con aparentes problemas psiquiátricos causó serios destrozos en la vidriera y el mobiliario de una financiera ubicada en pleno centro de Berazategui, en lo que habría sido un ataque por desconexión con la realidad por falta de medicación, mientras que las empleadas del lugar llamaron al 911 y agentes policiales y profesionales médicos calmaron al agresor, quien tenía un corte profundo en una de sus manos.
Se trata de un hecho que conmociona y que vuelve a poner sobre la mesa la temática de la poca efectividad de la ley de salud mental con aquellos pacientes que padecen distintos trastornos y que pueden representar un peligro tanto para sus vidas como para las ajenas. Es así que en dicha oportunidad, los destrozos solo fueron materiales, aunque la realidad es que tranquilamente podría haber escalado aún más y se estaría lamentando una nueva víctima.
Ocurrió cuando un sujeto de 24 años se acercó a un local donde funciona una financiera, en la calle 15 al 4672, en pleno casco céntrico de Berazategui. Allí, el muchacho empezó a golpear la vidriera hasta que la rompió con sus propios puños. Seguido a ello, lanzó un bicicletero al interior del comercio y siguió rompiendo puertas y todo el mobiliario que estaba en la parte de adentro.
Las empleadas presentes al momento se asustaron y llamaron al 911. El agresor soltaba frases incoherentes y estaba visiblemente alterado. A pesar de que una mujer de edad mayor que iba caminando por la vereda lo quiso calmar, nada pudo hacer para detener toda la furia. Tras eso, móviles policiales se acercaron en conjunto de profesionales médicos a bordo de una ambulancia del SAME.
Los uniformados lo redujeron y esperaron hasta que los doctores le inyectaran un tranquilizante. Posteriormente, una vez que estuvo sedado, lo trasladaron al Hospital Evita Pueblo, donde quedó alojado a la espera de lo que decidan la Justicia y sus familiares. Por los golpes a los vidrios le quedó un profundo corte en una de sus manos que obligó a que le hicieran algunos puntos de sutura. Perdió una considerable cantidad de sangre pero no estuvo en peligro su vida.
Los destrozos fueron totales. No solo la vidriera de la financiera quedó completamente arruinada, sino que en el interior el agresor, identificado como Ignacio Alejandro B., se encargó de arrojar cuantas cosas se cruzó por delante, desde bicicleteros hasta macetas. Las empleadas, atemorizadas, se resguardaron y milagrosamente no sufrieron heridas al respecto.
Es importante resaltar que el caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°11 de Berazategui y se espera la resolución de las autoridades para saber cómo seguir ante este delicado panorama.