A mano armada, se alzó con dinero en un local del barrio La Cañada. Días después, su dueño la vio en la vía pública y notificó a la policía, que procedió a su aprehensión. El arma que le incautaron, llamativamente, tenía su número de identificación intacto.
A raíz de un asalto a mano armada en una gomería en Quilmes, agentes policiales detuvieron a una joven acusada de ser quien perpetró el hecho, en tanto que fue reconocida días después en la vía pública por el propio dueño del local damnificado, quien dio aviso a las autoridades, mientras que la pistola secuestrada tenía pedido de captura activo desde hace 20 años en otro distrito.
Se trata de un caso que culminó con suerte para la víctima, ya que pudo identificar a quien lo quiso robar. Sin embargo, a pesar de la violencia con la que se dio la secuencia, no hubo heridos y la agresora se marchó tras cometer su acto. El trabajo de los uniformados fue fundamental y lograron capturarla para que no amedrente a otros ciudadanos bajo la misma modalidad.
Todo comenzó en un gomería situada en el barrio de La Cañada, cuando la acusada, de tan solo 19 años, se apersonó y apuntó con un revólver a los trabajadores del lugar. Exigió la recaudación, la tomó y se fugó. Pasado el mal trago, siguieron trabajando con normalidad y el caso quedó en la nada. Pero días después, el dueño del comercio vio a la malhechora caminando como si nada por la vía pública y de inmediato se dirigió al puesto policial ubicado en calle 812 y Camino General Belgrano.
Allí, les explicó a los agentes lo que había ocurrido y les dio la ubicación de la joven, para que vayan a buscarla antes de que se marche. Al acercarse a la intersección, los oficiales la retuvieron, la palparon y le extrajeron un arma de fuego calibre 22, que tenía pedido de captura activo desde hacía más de 20 años por parte de la Comisaría 3ra. del municipio de Malvinas Argentinas. El revólver tenía su número de serie grabado, algo poco común en este tipo de casos, ya que lo primero que hacen los ladrones es limarlo para que no lo puedan identificar.
Así las cosas, dieron aviso a un patrullero y la trasladaron a la seccional quinta de Quilmes, donde sigue alojada. En sintonía, quedó imputada por el delito de “Tenencia ilegal de arma de guerra”. La joven quedó a disposición de la Justicia, a la espera de lo que la fiscalía de turno decida con su futuro.