Volvieron a clausurar una panificadora por incumplimiento de normas

Normalmente, desde la Municipalidad de Quilmes se hacen operativos para saber si las normas impuestas y las sanciones pertinentes se están cumpliendo. Por dicho motivo, llegan, dialogan con los presentes y vuelven a inspeccionar las instalaciones. En esta oportunidad, corroboraron que nada había cambiado desde la última vez y que encima rompieron las reglas.

Ocurrió en una panificadora situada en la calle La Rioja y la intersección con Avenida Mosconi. Hasta allí se dirigieron agentes de la Dirección de Bromatología, dependiente de la Subsecretaría de Control Ambiental de la Agencia de Fiscalización, Control Comunal y Desarrollo Económico del Municipio de Quilmes. También participaron oficiales de Tránsito, de la Policía, la Patrulla Urbana y de GIRSU.

El pasado 22 de abril, habían clausurado el lugar por no presentar las condiciones higiénicas necesarias para continuar con las tareas laborales. Sin embargo, se dieron cuenta que siguieron ejerciendo las tareas y volvieron a poner una faja de clausura, además de secuestrar 113 kilos de pan, dos hornos grandes y documentación necesaria para seguir con esta causa.

Por otro lado, explicaron que la mercadería decomisada fue destruida en el propio sitio y que fue elaborada en condiciones inadecuadas. Explicaron, en consecuencia, que en la panificadora había cucarachas por todos lados y muchísima suciedad, entre otras cosas que ponen en riesgo la salud de los quilmeños, ya que la capacidad de producción era relativamente grande.

“Desde el Municipio de Quilmes trabajamos para garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes en materia de salubridad alimentaria y seguridad, protegiendo a nuestros vecinos y vecinas”, indicaron en un comunicado las autoridades tras el operativo.