Un empleado de la Municipalidad de Quilmes, que denunció por enriquecimiento ilícito a un dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), fue hallado sin vida en su casa en lo que, en principio, se consideró un probable suicidio, aunque desde el entorno de la víctima apuntaron que el hombre venía recibiendo “amenazas” y sospechan que podría haber sido inducido para tomar la fatal decisión, motivo por el cual la Justicia caratuló el hecho como “averiguación de causales de muerte”.
El cuerpo de Patricio Edgar Vitale apareció en su habitación con una bolsa plástica en la cabeza conectada a una manguera con un tubo de nitrógeno. En la casa, donde también se hallaban sus dos hijos y su pareja, encontraron una carta de despedida. Aunque la escena era por demás extraña, todos los indicios apuntaban a un suicidio. Sin embargo, sus familiares y amigos pusieron en duda esa hipótesis y la Justicia no desestimó las señales que llevan a creer que el hombre se encontraba en peligro.
Es que el empleado municipal, que desempeñaba tareas en la Agencia de Fiscalización y Control Comunal, era el testigo principal en una causa en la que la diputada Elisa Carrió denunció por “enriquecimiento ilícito” a Juan Carlos Chumen, tesorero del sindicato de la UOM y ex cuñado de Vitale.
En las últimas semanas, Vitale se había contactado con la abogada de Carrió, la doctora Mónica Frade, a quien le expresó su temor por “situaciones extrañas” que le venían ocurriendo.
“Patricio tenía información precisa sobre el enriquecimiento de Chumen, porque habían compartido un entorno familiar. En los últimos mensajes de WhatsApp, me comentó que había movimientos raros en la puerta de su casa y que siempre tenía un auto estacionado en la cuadra desde el cual creía que lo estaban vigilando”, relató Frade en diálogo con POPULAR.
“Había quedado en traernos más pruebas, quería declarar. Por eso no me cierra la mecánica de su suicidio. Es todo muy macabro, con Lilita estamos preocupadísimas. El contexto es grave”, remarcó la letrada.
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