Policía retirado de 56 años baleó a su novia de 28 y luego se suicidó

Se trata de un hecho lamentable en el cual una mujer salió lastimada y de milagro no murió de un balazo. Los casos de violencia de género en la región siguen marcando una clara tendencia y en las últimas semanas hubo múltiples femicidios y ataques, tanto en dicho distrito como en sus alrededores. En esta ocasión, la damnificada se salvó y, a pesar de la agresión recibida, solo tuvo el roce de una bala.

Ocurrió en la tarde del lunes, cuando un agente retirado de la Policía Federal Argentina, de 56 años, fue con su novia, de 28, al Parque Pereyra Iraola. Según el testimonio de la víctima, ambos fueron para dialogar sobre el futuro de la relación. Pero la llevó engañada y en un momento dado de la conversación, se puso muy violento y le arrojó un golpe de puño sobre su rostro, que la dejó lastimada. Además, sacó una pistola y comenzó a amenazarla de muerte, para tomar luego la peor decisión posible.

En el forcejeo, le tiró un tiro a la altura del pecho que le rozó un hombro. Tras eso, se puso el arma en el tórax y disparó dos veces para quitarse la vida. Agonizó unos segundos y murió. En sintonía, la damnificada salió del auto, un Renault Captur color blanco, y llamó al 911 para que agentes policiales le den su auxilio. Para colmo, estaba muy asustada por su pequeño hijo, que según trascendió tiene entre 6 y 9 meses.

Montaron un operativo en la zona y la Policía Científica tomó las pericias necesarias, para trasladar el cadáver del oficial retirado a la morgue judicial. El caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 4, a cargo de la fiscal Silvia Borrone.

La mujer fue encontrada en estado de shock y la llevaron a un nosocomio cercano para darle las curaciones correspondientes. Confirmaron que, al igual que su bebé, está fuera de peligro. Sin embargo, precisó de asistencia psicológica por parte de un gabinete y está medicada, a raíz de todo lo que tuvo que vivir de manera inesperada.