Se publicó el primer Consenso sobre Accidente Cerebrovascular Isquémico Agudo (ACV) a nivel nacional, realizado en conjunto por nueve sociedades médicas argentinas.
El ACV es la tercera causa de muerte y la primera de discapacidad en la Argentina, y los eventos isquémicos constituyen el 80% de los casos. Los accidentes vasculares cerebrales requieren la implementación de protocolos sistematizados que permitan reducir los tiempos en la atención, la morbilidad y mortalidad.
La iniciativa surgió en marzo de 2017 en el grupo de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Neurológica Argentina, encabezado por el doctor Santiago Pigretti, especialista en Neurología y coordinador de la Unidad de ACV en el Hospital Central de Mendoza, quien describió: “Es un consenso trasversal a todas las sociedades médicas que tratan el ACV en nuestro país, y surgió con el objetivo de tener recomendaciones locales y que la población pueda acceder a los tratamientos adecuados”.
“En la práctica habitual, si bien es una patología neurológica, trabajamos conjuntamente porque la enfermedad abarca diferentes aspectos, desde el manejo clínico, cardiológico, imágenes, neurocirugía, intervencionismo, emergencias. A todas esas sociedades médicas este tema les incumbe, por eso tomamos la iniciativa de coordinar este trabajo”, detalló.
En el consenso participaron especialistas la Sociedad Neurológica Argentina, Sociedad Argentina de Medicina, Sociedad Argentina de Radiología, Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Sociedad Argentina de Cardiología, Sociedad Argentina de Geriatría y Gerontología, Sociedad Argentina de Emergencias, Colegio Argentino de Neurointervencionismo y la Asociación Argentina de Neurocirujanos.
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En el proceso, se consensuó un temario separado en capítulos y para la redacción de los mismos se conformaron grupos de trabajo con miembros de diferentes especialidades médicas. Luego se discutió y acordó para cada tema el nivel de recomendación en base a la mejor evidencia clínica disponible, y se realizó una adaptación al ámbito local de las recomendaciones cuando se consideró necesario.
“Si bien ya existían algunas guías publicadas por especialistas, esta tiene el plus de contar con un apartado de epidemiología local, que antes no teníamos y que es muy importante por la evidencia de que la frecuencia de eventos cerebrovasculares en los países en desarrollo es particularmente elevada”, precisó. Además, al ser un trabajo interdisciplinario “cuenta con el conocimiento y la experiencia de cada especialidad, lo que lo hace bastante global”.
El consenso abarca la atención del paciente con accidente cerebrovascular isquémico en la fase pre-hospitalaria, evaluación inicial en la central de emergencias, terapias de recanalización (trombolisis y/o trombectomía mecánica), craniectomía descompresiva, neuroimágenes y cuidados clínicos en la internación, así como la rehabilitación.
Hace unos años, el grupo de trabajo de la SNA realizó un relevamiento en los diferentes centros de atención para conocer cuáles eran los principales limitantes a la hora de atender un ACV. “Entre los limitantes se encuentran las barreras tecnológicas, barreras del recurso humano y del conocimiento. Para nuestra sorpresa, el acceso a la tecnología y los recursos humanos no fueron los limitantes”, explicó.
“Esto fue lo que nos impulsó a armar una norma clara para que médicos neurólogos, emergentólogos, clínicos, puedan realizar este tratamiento que es clase 1A, es decir, no hay duda de que hay que hacerlo, y vencer la barrera del conocimiento. Además no es un tratamiento de alto costo si uno lo compara con la discapacidad laboral y los años perdidos. Y reduce significativamente la incapacidad, es más efectivo”, agrega.
Si bien este consenso está dirigido a la comunidad médica, el principal beneficio que se busca es que todas las personas puedan acceder al tratamiento en los primeros minutos del evento. “Asentamos en una plataforma que todas estas sociedades estamos de acuerdo en el manejo de esta enfermedad, y es momento de a nivel político o legislativo generar una ley de tratamiento de ACV a nivel nacional que asegure el tratamiento en todos los lugares del país. Hoy depende de los especialistas y de cada institución médica, pero a futuro debería poder ser un documento sobre el cual se fundamente una ley nacional de ACV”.
En este contexto y con el objetivo de capacitar a la comunidad médica, el 14 de junio realizarán la primera Jornada Intersocietaria sobre el Manejo del ACV Isquémico Agudo, que contará con disertantes de las sociedades que contribuyeron en el desarrollo del Consenso.
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