Inquietud de padres por el cierre de colegio privado

El establecimiento de enseñanza anticipó que el 31 de diciembre dejará de existir como tal a través de un documento. En ese comunicado, el socio gerente, Alejandro Díaz expresó a los padres que "la escuela no llega a cubrir sus costos y mes a mes aumentan sus deudas. Sumado a ello no pudo recuperar la matrícula necesaria los años posteriores a la pandemia”.

Asimismo, puntualizó que "la cantidad de deudores morosos e incobrables resulta otra variable en la toma de esta decisión más un entorno económico sumamente inestable, de aumentos permanentes, habida cuenta que no contamos con subvención estatal".

"Por lo expuesto la institución ya no cuenta con la espalda económica para sostenerse y continuar funcionando con el nivel de compromiso que la responsabilidad nos amerita", cerró.

Tras conocer la sorpresiva novedad, los padres tuvieron una reunión con funcionarios del Consejo Escolar local en el que quedó marcado el desalentador panorama. Según los presentes en el encuentro, las inspectoras señalaron que la conclusión de los servicios de la entidad educativa "ya es cosa juzgada".

Madre de uno de los estudiantes, Andrea Pérez, manifestó su bronca por la situación y porque el cónclave que tuvieron con las autoridades no ofreció ninguna resolución. "Nos convocaron solamente para decirnos eso, ninguna sugerencia, ninguna solución. Nada", remarcó.

Por otro lado, abordó las problemáticas que implica para las familias buscar un nuevo sitio para que sus pequeños estudien. A propósito, remarcó "no es nada fácil salir ahora a buscar un lugar para los chicos, y que además tenga una cuota medianamente accesible. Muchas escuelas de la zona tienen lista de espera para el año próximo, pero nosotros no podemos esperar. Nos dejaron a la deriva".

Asimismo, dejó trascender que "al parecer ya vendieron el predio donde funciona la escuela, ubicado sobre la calle Palaá".

El contexto

Según un informe elaborado por la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (AIPBA), de 200 instituciones con distintos niveles de riesgo en su funcionamiento, 53 son maternales, 158 de nivel inicial, 147 de primaria, 134 de secundaria, 16 de nivel superior y 7 de modalidad especial.

El 48 por ciento (96 escuelas) tiene un "riesgo leve" de cierre parcial, lo que implicaría menos niveles, turnos o secciones, mientras que el 37 por ciento (74) enfrenta "un riesgo mayor", y el 15 por ciento (30) corre un "riesgo de cierre total".