El hombre murió electrocutado al tomar contacto con cables de energía que estaban en la calle tras la caída de dos postes. Edesur no atendió las denuncias vecinales que advertían sobre el peligro.
Las denuncias efectuadas por los vecinos de Monte Grande a la empresa Edesur por el grave riesgo que representaba dos postes de energía que quedaron peligrosamente sostenidos por los cables y árbol, tras la fuerte tormenta del sábado pasado, no pudieron evitar la muerte de jubilado, que se electrocutó al toparse con los cables mientras andaba en bicicleta.
Una profunda tristeza e indignación embarga a toda la comunidad ante la desidia de la concesionaria que durante más de 24 horas no atendió las advertencias vecinales para que vayan a resolver el problema. La preocupación de los habitantes del lugar se fundamentaba, además, en que una de las columnas tenía instalado un transformador de 13.000 voltios. El peso del equipo terminó por provocar la caída de los postes.
La víctima, un hombre de 66 años llamado Hipólito Ceferino Castro, que hacía unos tres meses gozaba de haberse jubilado como empleado municipal, no se percató de la presencia los cables y murió instantáneamente al tocarlos el lunes pasado, alrededor de las 10 de la mañana.
Bronca y estupor
Parte de su cuerpo quedó carbonizado, y las marcas de las ruedas de la bicicleta quedaron selladas en la vereda de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, ubicada en esa manzana.
Eva Saavedra, sobrina de Hipólito, no salía de su estupor por el luctuoso acontecimiento y cuestionó los procedimientos de la empresa ante una urgencia de este tipo.
"Durante el sábado y el domingo se hicieron muchísimos reclamos, el mío es el número 0538407, insistiendo en el peligro que representaba, pero nadie de Edesur se hizo cargo de la emergencia, y en algunos casos los operadores decían que nadie había hecho reclamos", se quejó la mujer.
La muerte de este vecino hizo que apareciera todo el mundo en el lugar y arreglaron todo. Pero ya era demasiado tarde.
En diálogo con este medio, el padre Carlos, párroco de la mencionada iglesia, reafirmó los dichos de la sobrina y confirmó que también llamó al Centro de Atención al Usuario."La indignación es total en nuestro barrio y todos los vecinos estamos angustiados y profundamente entristecidos por la muerte de Hipólito", expresó el sacerdote. En las redes sociales, criticaron la imprudencia con que actuó la empresa.
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