Los vecinos reclaman la intervención de ACUMAR, OPDS y el municipio, a fin de evitar mayores daños a esta área protegida y que puedan conformarse nuevos asentamientos en tierras inundables.

No hubo festejo del Día de Medio Ambientes, que se celebra cada 5 de junio, para la Asamblea Ambientalista de Esteban Echeverría junto a la asociación Vecinos de los Barrios Aledaños al Centro Atómico Ezeiza, al detectar la apertura de un canal artificial que estaría “vaciando” parte del humedal que forma parte de la Reserva Natural Laguna de Rocha donde, aseguran, comenzaron a lotear.

Por ese motivo, exigen la intervención de ACUMAR (Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo, OPDS (Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable) y del gobierno municipal, antes de que continúe la destrucción del predio y pueda conformarse un nuevo asentamiento a pesar de ser tierras inundables.

La denuncia llega en un momento delicado de esta área protegida, luego de que la OPDS ordenara trasladar a uno de los dos guardaparques y no designara a su reemplazo, comprometiendo la vigilancia de la zona. La obra que corre en sentido de la calle Sierra de Fiambalá, escurre el agua hacia el Río Matanza, afectando directamente a la Chacra 4.

Los ambientalistas presentaron la denuncia a ACUMAR pero hasta el momento no obtuvieron una respuesta, a pesar de que se sabe que Regina Reta, funcionaria del organismo, se acercó al lugar para constatar los hechos.En tanto, el Comité de Gestión Reserva Laguna de Rocha, que depende del municipio, les confirmó que la denuncia está siendo analizada por la Subsecretaría de Tierras, el Departamento de Legales y la Secretaría de Medio Ambiente.

Gabriela Yerás, una de las ambientalistas, solicitó también que se coloquen las postas para demarcar la línea de ribera de la Laguna de Rocha, tal como fueron establecidas por la Autoridad del Agua en 2016.

“Están destruyendo irreversiblemente al humedal, es imperioso que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto”, disparó la mujer que desde un comienzo luchó por la creación de esta reserva.

Yerás recordó que ACUMAR ya había alertado a fines de 2016 sobre obras de zanjeo y albardón con “aparentes fines de desagüe de aguas pluviales” pero que “contradicen las condiciones naturales del terreno sin “permitir el correcto escurrimiento hacia el humedal”.

“Estamos muy preocupados, nos quedamos sin un guardaparque y ahora esto, nos hace pensar que no quieren proteger la reserva y que la ley 14.516 terminará siendo letra muerta”, concluyó.

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