Temperley empató 0 a 0 con Almirante Brown y sostuvo su lugar en el Reducido

El primer tiempo fue muy pobre en cuanto a juego. Temperley mostró algo de iniciativa en los minutos iniciales, con las proyecciones de Gabriel Esparza por izquierda y algunos intentos de Nahuel Genez, pero rápidamente cayó en la misma confusión que su rival. El equipo conducido por Rubén Forestello no logró hacerse fuerte en la mitad de la cancha, donde Luciano Nieto estuvo intermitente, Fernando Brandán poco claro y Luis López casi sin participación.

Almirante Brown, urgido por sumar debido a su posición comprometida en la tabla del descenso, tampoco tuvo argumentos para marcar diferencias. El equipo local intentó disputar cada pelota con intensidad, pero no consiguió generar juego ni encontrar profundidad. Recién pasada la media hora logró instalarse en campo contrario, aunque sin crear situaciones de riesgo.

Ambos equipos abusaron del pelotazo y el trámite se tornó previsible y chato. Las imprecisiones dominaron la escena y ni siquiera hubo aproximaciones que pusieran en aprietos a los arqueros. El primer tiempo se fue sin pena ni gloria, como una muestra clara de lo que les costó a ambos plasmar una idea en el campo.

En la segunda parte, el desarrollo fue apenas más dinámico, aunque con los mismos problemas estructurales. El local tuvo una chance clara en los primeros minutos, cuando Matías Belloso se escapó rumbo al área pero se trastabilló antes de definir. Fue un destello en un contexto de mucha confusión.

El partido se rompió, se desordenó y se hizo de ida y vuelta, pero sin conexiones ni juego asociado. En ese escenario, cualquier desvío o rebote podía inclinar la balanza. Y así casi lo logra Temperley, en una jugada aislada que tuvo a Genez desbordando por derecha y un rechazo salvador de Alegre Rojas en la línea.

Forestello buscó variantes ofensivas para intentar torcer el destino del encuentro. Javier Toledo ingresó para acompañar a Franco Ayunta —que había reemplazado al "Animal" López— y Agustín Toledo ocupó el lugar de Adrián Arregui en la mitad de la cancha. Pese a los cambios, al Celeste le costó sostener sociedades y volvió a mostrar poco peso en los últimos metros.

Del otro lado, el ingreso de Tomás Almada le dio algo de movilidad al equipo de Jorge Szeszurak, que generó un par de situaciones aisladas y exigió a Ezequiel Mastrolía, quien respondió bien en la recta final. Una arremetida de Nahuel Iribarren obligó al arquero a salir con decisión para evitar el gol.

El empate sin goles dejó sensaciones encontradas. Para Temperley, el punto sirve porque mantiene la buena racha y se afianza en puestos de Reducido, aunque deberá mejorar su producción para sostenerse en la pelea. En la próxima jornada recibirá a Central Norte de Salta, con la misión de volver a sumar de a tres y confirmar su presente ascendente en el certamen.