El mismo está destinado a fortalecer la autoestima de mujeres con cáncer y ayudarlas a mejorar su imagen para transitar con mayor bienestar y confianza el tratamiento oncológico.
La actividad se realiza dos veces por año, es gratuita y los productos que se utilizan son donados por la Cámara de la Industria Cosmética (CAPA). "Los talleres están a cargo de cosmetólogas, maquilladoras y estilistas voluntarias", remarcó Alicia Elebi, jefa del servicio de Oncología del HIGA Gandulfo y anfitriona del evento.
Al término del taller, cada una de las pacientes se lleva su bolsita con cosméticos y la experiencia de un encuentro maravilloso.
Cabe señalar que "Luzca bien, siéntase mejor" es el programa de responsabilidad social de la Cámara Argentina de la Industria de la Cosmética y la Perfumería.
Aspectos varios
"Si bien la caída del cabello puede ser uno de los cambios más evidentes que se desprenden de los tratamientos, estos son temporales y existen formas creativas y muy eficaces para enfrentarlo", explicó Esperanza Sánchez, coordinadora de la ONG "Luzca bien, siéntase mejor" (LBSM), antes de sacar de su enorme valija sombreros, pelucas, pañuelos y otros accesorios mostrando diferentes técnicas para combinar o adaptar de acuerdo a la personalidad de cada paciente.
Desde el nosocomio lomense, en tanto, explicaron que esta iniciativa apunta a complementar el tratamiento médico de una de las enfermedades que genera más temor en la personas.
"El trabajo grupal sirve a los fines estéticos pero también terapéuticos, es decir que constituye una verdadera herramienta que contribuye en el proceso de curación", concluyeron.
Consigna
"La consigna es que puedan aprender paso a paso, en una sola clase, el uso de maquillaje y la aplicación de accesorios que disimulan los efectos colaterales del tratamiento", explicó Esperanza Sánchez, coordinadora de la ONG "Luzca bien, siéntase mejor" (LBSM).
Cuando las pacientes llegaron a la consulta estaba todo preparado. En una larga mesa del auditorio estaba preparado cada puesto con un pack de cosméticos y un espejo.
Graciela, Adelina y Rosa, entre otras pacientes, comenzaron con paciencia a aplicar el lápiz para las cejas y el corrector de ojeras. Después llegó el momento de elegir los colores de las sombras y los labiales, y la sorpresa de la imagen en el espejo dibujo las primeras sonrisas.