Tras el escándalo por el uso indebido de datos de perfiles de usuarios de Facebook por parte de la consultora británica Cambridge Analyitica en la campaña presidencial de Donald Trump y la decisión de la red social de dejar de priorizar el contenido publicado por los medios de comunicación, se pone en relieve la perdida de credibilidad de las redes sociales y, en contrapartida, aumenta la de los medios como fuentes confiables de información.
Hace poco más de 3 meses Facebook anunció un cambio en su algoritmo de publicación que produjo un profundo impacto en los publishers de todo el mundo.
El resultado de esta modificación implica la priorización de las publicaciones de familiares y amigos de los usuarios y reduce drásticamente la visualización de las noticias producidas por los medios de comunicación en los timelines de la gente.
Esto supone un fuerte impacto dado que perjudica, por un lado, la instalación de marca de los medios y, por otro, reduce el tráfico a los sitios noticiosos proveniente de la red con más seguidores del planeta.
Durante los últimos años los medios se apoyaron fuertemente en la red social para distribuir sus contenidos. Algunos datos de Facebook indican la importancia para los publishers:
• En todo el mundo, hay más de 2130 mil millones de usuarios activos mensuales de Facebook para el cuarto trimestre de 2017, lo que representa un aumento del 14 por ciento año tras año. (Fuente: Facebook 01/31/18)
• Hay 1150 mil millones de usuarios móviles activos diarios para diciembre de 2016, un aumento del 23 por ciento año tras año. (Fuente: Facebook a partir del 2/01/17)
• En promedio, 1400 mil millones de personas ingresan a Facebook diariamente y se consideran usuarios activos diarios para diciembre de 2017, lo que representa un aumento del 14 por ciento año tras año (Fuente: Facebook como 01/31/17).
• Hay 1740 mil millones de usuarios móviles activos para diciembre de 2016, lo que representa un aumento del 21% año tras año (Fuente: Facebook a partir del 01/02/17)
• Se crean cinco nuevos perfiles por segundo. (Fuente: ALLFacebook 2012)
• Las fotos cargadas totalizan 300 millones por día. (Fuente: Gizmodo)
• El tiempo promedio dedicado por visita de Facebook es de 20 minutos. (Fuente: Infodocket)
• Cada 60 segundos en Facebook se publican 510,000 comentarios, se actualizan 293,000 estados y se cargan 136,000 fotos. (Fuente: The Social Skinny)
• 4,75 mil millones de piezas fueron compartidas diariamente a partir de mayo de 2013, lo que representa un aumento del 94 por ciento con respecto a agosto de 2012. (Fuente: Facebook)
• Hay 83 millones de perfiles falsos. (Fuente: CNN)
De acuerdo a lo declarado por Facebook, el objetivo de esta medida fue combatir las noticias falsas que inundaron la red durante los últimos años para brindar una (supuesta) mejor calidad de contenidos a sus usuarios. Sin embargo la razón que se podría intuir es que la red comandada por Mark Zuckerberg quiere mantener a los usuarios dentro de su ecosistema y cobrarle a los medios los anuncios para maximizar su modelo de negocios basado en la publicidad dentro de la red.
Todo iba bien hasta que el escándalo de Cambridge Analytica, publicado por The New York Times y The Guardian, sacudió los mismos cimientos del gigante social.
La semana pasada la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos abrió una investigación sobre cómo la consultora Cambridge Analytica, que trabajó para la campaña presidencial de Donald Trump, accedió a datos de aproximadamente 50 millones de usuarios de Facebook, según The Wall Street Journal.
Como consecuencia de esto, las acciones de Facebook también perdieron alrededor del 12 por ciento de su valor desde que se publicaron las primeras historias sobre el escándalo.
Las noticias falsas fueron uno de los temas más debatidos en 2016 y 2017. Los sitios web que deliberadamente publicaron fraudes e información engañosa aparecieron en Internet y con frecuencia se compartieron en las redes sociales para aumentar su alcance.
Los términos como "noticias falsas" y "pos-verdad" estarán asociados para siempre con las elecciones presidenciales de 2016 en los Estados Unidos. Las historias engañosas, como la de Hillary Clinton vendiendo armas al ISIS y el Papa Francisco respaldando a Trump como presidente, fueron comentadas y compartidas cientos de miles de veces en Facebook, y muchos usuarios no pudieron decir si los titulares eran reales o no.
En un estudio conducido por el sitio especializado Statista, el 17% de los encuestados estuvo de acuerdo en que los sitios de redes sociales deberían ser los más responsables de garantizar que las personas no estén expuestas a noticias falsas. Sin embargo, una parte mayor creía que era deber de los lectores detener la difusión de esta información falsa. Con el 14% de las personas que admiten haber compartido deliberadamente una historia de noticias políticas falsas en línea, está claro que estas noticias falsas seguirán ganando terreno siempre y cuando la gente esté dispuesta a compartirlas en línea.
La trascendental decisión de cambiar el algoritmo de publicación, para supuestamente combatir las noticias falsas, pasó por alto el dato más relevante: son los medios de comunicación los únicos que pueden garantizar la publicación de información veraz, dado que se apoyan en un riguroso sistema de reaseguros y chequeos para entregar contenido verdadero.
Tras el escándalo, y después de que perjudicara a los medios con su decisión, Facebook intentó apoyarse en las corporaciones periodísticas, en tanto fuentes confiables y de enorme alcance, para amplificar sus explicaciones sobre el escándalo con Cambridge Analytica.
El entuerto de Facebook y la conflictiva relación con los medios tiene hoy consecuencias imprevisibles tanto para los medios de comunicación como para los usuarios que quedaron en medio de una guerra que no provocaron ni desean.