El pediatra Luis Agote, el mayor especialista del país en la prevención de episodios viales con niños, brinda consejos para reforzar la seguridad de los menores en los autos y traza un panorama preocupante.
La seguridad (o inseguridad) vial de los niños comienza apenas nacen, porque cuando salen con sus madres de los centros médicos, es común que los bebés lo hagan sobre las faldas de su progenitora, al lado del asiento del conductor de los automóviles. Este acto representa un enorme peligro para la criatura. “En una situación de choque, una mamá no puede sostener al bebé, que se le escapa y choca contra el parante, y luego la madre lo puede aplastar. Esto produce graves lesiones de columna o traumatismos de cráneo severísimos”, revela el pediatra Luis Agote, el mayor especialista del país en la dramática problemática, que se cobra las vidas de unos 60 niños cada mes, mientras otros 180 quedan con terribles secuelas.

El doctor Agote, miembro del Comité de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría, precisó que “analizando seriamente el tema, el cuidado del niño comienza al día siguiente de la gestación y esto es sumamente importante porque las embarazadas no utilizan el cinturón de seguridad adecuadamente”. En ese sentido, explicó que “la embarazada debe ubicar el cinturón de seguridad entre sus pechos, y la parte abdominal o base no tiene que ir en el abdomen, debe ir por la pelvis”.

Para el experto, en el marco de un informe del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI), el mensaje a los padres debe llegar “a través de la prevención”, agregando que “las leyes que se ocupan del cuidado de los niños deberían incluir conceptos preventivos como el uso de cinturones. Esto se traduce en cuidar a los niños, al bebé que va a nacer en algún momento. Este mensaje no está escrito en ninguna parte y la gente lo desconoce”.

“Otra cosa que se desconoce es cómo deben salir los bebés de la maternidad. En vez de sacarlos en el asiento trasero en una silla de seguridad y mirando hacia atrás en una silla número 1 o huevito como se la llama comúnmente. En muchos países del mundo más desarrollados no dejan salir a un bebé si los papás no tienen una sillita de seguridad. Se considera una irresponsabilidad de los médicos el no haber dado las indicaciones. Tiene que haber leyes que nos permitan a los médicos decirle a nuestros pacientes cómo deben llevar a los niños”, dijo Agote.

>En torno a las sillas especiales para el transporte de niños, se dividen en tres tipos. “La silla número cero o huevito abarca un peso de 0 a 10 kilos, y se recomienda para para una edad hasta de un año aproximadamente; la silla número dos, va de los 10 a los 20 kilos y la edad entre un año y 6, y finalmente el tercer tipo que va de los 20 hasta los 32 kilos, y la usan niños entre 6 y 12 años”, señaló el médico pediatra.

“Es muy importante tener en cuenta la colocación de las sillas en el auto. La silla número uno va mirando hacia atrás. Las otras dos van mirando hacia delante. va hacia atrás porque los bebitos tienen una enorme cabeza y una columna vertebral muy débil entonces de esta manera, como la mayoría de los choques son frontales, estarías más protegidos. Luego del año, se ubica la silla hacia adelante porque el bebé ya sostiene bien su cabeza y tiene un poco más de fuerza”, dijo el experto.

Las estadísticas revelan que la utilización de las sillitas en los autos son insustituibles. “La silla número 0 es de vital importancia, porque salva al 71% de niños que se han visto involucrados en un choque. La silla número 2, un 54%. La silla número 3, también conocida como booster o cojín, tiene la función de levantar al niño para adaptar el cinturón del adulto a su cuerpo. Recién a los 8 o 9 años, o 25 kilos y 1,30 metro de altura, un niño está en condiciones de usar el cinturón de seguridad. El problema está en que el cinturón lo tienen contra el cuello y en caso de colisión, pueden romperse la columna. Al elevarlo con cojín, se previene eso. Esta es la forma segura de llevar a los niños”, explicó el doctor Agote.

Las secuelas en niños por episodios viales son impresionantes. Un relevamiento del Hospital de Niños de la Ciudad de Buenos Aires precisó, en el año 2000, que había 11.000 personas con lesiones de columna vertebral en el país. De esa cifra, 1.060 eran niños, de los cuales 540 tenían su origen en accidentes automovilísticos. “Esto significa que la mitad de las lesiones en niños son producidas por accidentes viales”, dijo Agote, aunque aclaró que “no hay en Argentina buenos datos estadísticos sobre niños”.

El especialista precisó que “se estima que en nuestro país mueren casi dos chicos por día en accidentes con autos”, agregando que “por cada niño muerto quedan tres con lesiones severas de columna, debilidad mental o epilepsia no congénita”.

“Estas desgracias no son accidentes, porque si el chico viajó suelto no es un accidente. Si estos chicos hubieran estado bien ubicados en la silla correcta, se habrían salvado. En este momento, en España, les hacen juicio penal a los padres si sus hijos no viajan en sillas de seguridad correctamente. Manejan el concepto de que si no cumplen con esa regla, están asesinando a su hijo”, finalizó el médico.

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