Dicho instrumento comenzará a funcionar hacia 2016, cerca de la cima de una
montaña en Altos de Chorrillo, a 4.825 metros de altura. El director del
Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), el doctor Marcelo Arnal, aseguró
a la Agencia CTyS que "este telescopio
significará un salto mayúsculo para las investigaciones en radioastronomía
y a su vez promoverá un gran impulso tecnológico".
El ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT) y la
Fundación para la Ciencia del Estado de San Pablo (FAPESP) acordaron aportar
partes iguales para el establecimiento de esta antena paraboloide, dando así
inicio al proyecto LLAMA (siglas de Long Latin American Millimetre Array ).
Su instalación operacional implica una
inversión total de entre 15 y 20 millones de dólares. "Es un monto
importante, pero muy bajo en comparación al desarrollo científico en
astrofísica que generará en la región", comentó el investigador superior del
CONICET Félix Mirabel y mentor del proyecto LLAMA cuando se desempeñaba como
director de los Observatorios Europeos en Chile.
El doctor Marcelo Arnal forma parte del Comité Ejecutivo Internacional
compuesto por cuatro argentinos y cuatro brasileños que definirán los aspectos
científicos y tecnológicos del proyecto LLAMA. "Inicialmente, lo utilizarán astrónomos de ambos países, aunque
investigadores de todos el mundo podrán trabajar en conjunto con ellos",
relató.
La instalación de este telescopio en la Puna salteña permitirá elevar la
precisión de los estudios en radioastronomía hechos hasta hoy. Esto se debe a
que la antena que será financiada por Argentina y Brasil estará ubicada
estratégicamente y podrá realizar investigaciones astronómicas de forma
coordinada con una red de 60 antenas que fue instalada del lado chileno del desierto
de Atacama por Estados Unidos, Canadá, Japón, Taiwán y los países europeos.
Lo llamativo es que dicha red ubicada en Chile tuvo un costo altísimo, de 1.400
millones de dólares, pero la única antena financiada por Argentina y Brasil
permitirá elevar hasta diez veces su resolución angular, es decir, la capacidad
de detalle de sus estudios. "Cuando nuestra antena opere en conjunto con la red
que está del otro lado de la Cordillera, será
como tener un telescopio de casi 200 kilómetros de diámetro", describió
Ricardo Morras, otro de los cuatro investigadores argentinos que componen el
comité científico.
Esta gran efectividad se debe a que este tipo de instrumentos pueden operar en
conjunto y aumentan su capacidad cuando se encuentran a grandes distancias.
"Hay que tener en cuenta que las antenas ubicadas del lado chileno del desierto están distribuidas en un diámetro
de 20 kilómetros, mientras que la que se ubicará del lado argentino va a estar
a 180 kilómetros de ellas", especificó Mirabel.
El astrofísico agregó que "ésta era una oportunidad única para Argentina y
Brasil, porque con una inversión relativamente baja, sus investigadores tendrán
la posibilidad de participar de forma creativa y productiva en proyectos
astronómicos que tienen un costo imposible de solventar para los países de la
región".
Debido a la importancia que representa el establecimiento de este
radiotelescopio para el desarrollo científico, no solo el MinCyT decidió
hacerse cargo de los gastos de infraestructura para su instalación, sino que
también el CONICET se comprometió a costear una cifra cercana a 600 mil dólares
anuales para su mantenimiento.
LA OPERACIÓN DEL TELESCOPIO A TRAVÉS DE INTERNET
El comité de expertos del proyecto LLAMA está compuesto por los doctores
Marcelo Arnal, Ricardo Morras, José Viramonte y el ingeniero Juan José
Larrarte, que son los cuatro científicos argentinos elegidos por el CONICET, y
por otros cuatro investigadores brasileños.
Puesto que este telescopio será demandado por científicos de todo el mundo, los
investigadores interesados deberán presentar sus solicitudes previamente y,
entonces, este comité internacional definirá qué estudios son aprobados y qué
tiempo le asignará a cada una de ellos.
Arnal aclaró que "no es necesario que el astrónomo viaje hasta el sitio, que
está a más de 4800 metros de altura, porque la antena puede ser ejecutada de
manera remota a través de Internet, ingresando un password
que permite tener acceso al instrumento y orientarlo según las necesidades de
cada investigador".
De todas maneras, siempre habrá operadores en el sitio, siguiendo los
requerimientos que haga el profesional, y también habrá un equipo capaz de
resolver los problemas tecnológicos que pudieran acontecer.
RADIOGRAFIANDO ESTRELLAS JUNTO A BRASIL
Para solventar el establecimiento de esta antena, se decidió priorizar una
colaboración con Brasil, puesto el MinCyT posee una línea de financiación para
el desarrollo de proyectos científicos conjuntos con países del MERCOSUR.
En efecto, desde Brasil se comprometieron a comprar el radiotelescopio,
mientras que la Argentina se encargará de desarrollar caminos, edificios y toda la infraestructura necesaria para operar el
telescopio.
Más allá de que la antena paraboloide aumentará su potencial al operar en
conjunto con la red situada en Chile, los científicos de la región también
podrán utilizarla de forma independiente para hacer diversos estudios que
pueden ir desde analizar la formación estelar y la física solar hasta observar
las galaxias y los agujeros negros.
"Hay pocos instrumentos semejantes en el mundo y los astrónomos de la región
tenían un acceso muy limitado a ellos, pero ahora dispondrán del telescopio de
LLAMA durante todo el año", valoró Arnal.
El doctor Mirabel explicó que estas antenas funcionan captando las ondas de
radio que emiten los diversos fenómenos del Universo: "Operar con ondas milimétricas y submilimétricas permite, por ejemplo,
penetrar el polvo que envuelve la región de formación de estrellas, algo
que no es posible con los instrumentos ópticos, porque el polvo absorbe la luz
óptica. En cambio, con las ondas milimétricas y submilimétricas se puede
penetrar dicho polvo y se puede estudiar el polvo mismo, es decir, hacer una
especie de radiografía de las regiones más internas donde se forman las
estrellas".
Luego de que el telescopio quede instalado del lado argentino del desierto de
Atacama, se estudiará la posibilidad de ubicar otra antena similar más al
norte, tal vez en la provincia de Jujuy. "Esto daría una mayor resolución aun,
porque permitiría formar un triángulo casi equilátero entre la red de antenas
ubicadas en Chile, la primera antena de LLAMA que estará cerca de San Antonio
de los Cobres y esta posible segunda antena argentino-brasileña", especificó el
investigador del CONICET.
LA PUNA: EL FUTURO DE LA ASTRONOMÍA ARGENTINA
La Puna salteña es el sitio por excelencia para el desarrollo de la
astronomía observacional en el país, por su altitud y sus condiciones
atmosféricas, más allá de que los primeros observatorios se instalaron en la
Plata, Córdoba y posteriormente en San Juan.
Finalmente, en pocos años, el proyecto LLAMA empezará a funcionar en el
Noroeste del país, haciendo que investigadores argentinos y brasileños se
incorporen a los estudios de radioastronomía que están a la vanguardia del
conocimiento.
Asimismo, hacia fines de 2013 se sabrá si la Puna salteña es seleccionada para
albergar el megaproyecto Cherenkov Telescope Array
(CTA), el cual consiste en el establecimiento de una red de 80 telescopios,
algunos de ellos de 25 metros de diámetro, para estudiar los rayos gamma que
provienen desde el Universo e impactan contra la atmósfera terrestre.
Por otra parte, se está instalando sobre el cordón del cerro Macón, a 4650
metros de altura y a 360 kilómetros de la ciudad de Salta, un telescopio que
tiene un costo cercano a los 600 mil dólares. Asimismo, allí se establecerá el
centro Argentino-Brasileño de Astronomía (ABRAS), a partir del impulso de los
astrónomos del IATE-CONICET.
Por ello, de ser un lugar inhóspito y prometedor, todo hace suponer que, en
poco tiempo, la Puna salteña terminará reuniendo diversos proyectos
astronómicos de gran envergadura a nivel internacional.
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