"En la Argentina, a diferencia de otros países, esta cifra no desciende. Ninguna guerra, ni catástrofe o desastre natural ha producido semejante tragedia", recuerda Alberto Silveira, titular de la asociación Luchemos por la Vida, que se suma a la conmemoración.
Por ejemplo, entre 1990 y 2012 en España la cantidad de muertos por accidentes se redujo en un 79% mientras que en nuestro país el porcentaje se mantuvo igual.
En este sentido, el dirigente indica que "todos los esfuerzos que se hagan para evitar estas tragedias lo valen. Cada vida que se va, es única e irrepetible. Además quedan muchas más dañadas para siempre. El mejor homenaje que, como sociedad, se les puede brindar es hacer lo necesario para que estas muertes evitables no sigan repitiéndose".
Y en sintonía con el pedido de Naciones Unidas por el "Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011/20", Luchemos por la Vida "convoca a todos los ciudadanos y a las autoridades en especial, a asumir su responsabilidad con acciones concretas para disminuir significativamente el número de muertos y heridos". Por este motivo, la entidad promueve en este día "la memoria de las víctimas en las iglesias cristianas y templos de otras confesiones, de todo el país, por medio de la distribución de 8 mil afiches y miles de mensajes de concientización. Adhiere al toque de sirenas que los cuarteles de bomberos voluntarios realizarán a las 12 y al tema destacado propuesto por la OMS: La velocidad mata: disminuir la velocidad salva vidas".
Asimismo, la asociación recuerda que "el exceso de velocidad está presente en la mayoría de los siniestros con muertos y heridos. A mayor velocidad se requiere más distancia para detener el vehículo y es mayor el efecto destructivo en caso de choque. Y controlar la velocidad y sancionar a los transgresores resulta indispensable para reducir el número de víctimas en el tránsito"
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