Tanto la pequeña como el adulto que sufrieron las picaduras son oriundos del distrito de
Quilmes, aunque recibieron atención profesional en el
Servicio de Emergencias de centro asistencial comunal de Wilde.
Según aseguraron ayer fuentes hospitalarias, la chiquita reside junto a su familia en la localidad de Bernal pero retornó a su domicilio luego de recibir las curaciones por parte de los médicos del centro asistencia, que se asesoraron con médicos del
Hospital de Niños Pedro de Elizalde, de la Ciudad de Buenos Aires, para tomar la decisión de no administrarle a la niña ningún antídoto.
En tanto, el hombre, de 40 años y del que tampoco trascendió su identidad pero que sí es vecino de
Bernal, fue derivado al
Hospital Muñiz de la Capital Federal tras recibir las primeras atenciones.
En su caso, los familiares se encargaron de tomar fotografías del alacrán que había pisado previo asentir el impacto de su aguijón sobre la piel. Al dar referencias sobre el insecto, las fuentes indicaron que
el ejemplar tenía una extensión cercana a los diez centímetros. Pero además, el ejemplar fue llevado a un instituto especializado en infectología, patologías regionales y tropicales y medicina del viajero, para que los expertos
hicieran un estudio en mayor profundidad sobre las características del alacrán. Un dolor intenso En cuanto al caso de la nena, el portal En la mira.info, consignó que la pediatra
Carolina Garay del hospital de Wilde confirmó que se había atendido a una chiquita de 4 años y su papá llevó al alacrán en un frasco.
Al ser consultada sobre el lugar donde fue encontrado el ejemplar, señaló que "fue en la ciudad de Bernal, cerca de las calles Caseros y Gardel".
La profesional, precisó que "la nena sintió dolor intenso y estaba picada en una pierna" y que previo a administrarle tratamiento alguno, "consultamos al servicio de Toxicología del Hospital Elizalde, donde se nos corroboraron la forma de actuación sobre las fotos conocidas y comparación con el ejemplar que trajeron los padres y el hermano de la menor ".
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