Precisó que durante 10 días el futbolista no la llamó por teléfono, hasta que el jueves, cuando ella tenía un show por la noche, el celular no paraba de sonarle. "No lo atendí porque sabía que era para arruinarme la noche", confesó.
"Yo no quiero estar cubriéndome del padre de mi hijo que me diga que no trabajo, que soy una prostituta. Que quede claro, yo no estoy diciendo: 'él gana esto, a mí me corresponde esto, yo quiero un barco, yo quiero un piso'. Yo quiero un departamento de dos, tres ambientes como tenía antes de conocerlo a él en Palermo, quiero tener mi vida de antes, quiero venir a grabar, dejar a mi hijo con mi familia, con mis amigos, con su familia, que la adoro", imploró.Y sostuvo que de un momento a otro, Osvaldo "se convirtió en un torbellino de persona y de agresiones y de denigrarme. Mi única protección fue decir: 'Bueno, esto se tiene que saber para que pueda parar'".
Además, lo definió como una persona "muy celosa", con una personalidad "muy explosiva y desbordante".