Brian, el adolescente al que dos motochorros balearon en la cabeza en el barrio porteño de Flores, murió ayer tras ser desconectado del respirador artificial, ya que su estado era irreversible, situación que generó la bronca de los vecinos, quienes, en medio de incidentes, tomaron por la fuerza la comisaría 38ª por varias horas en reclamo por justicia y mayor seguridad.
Ya pasada la medianoche, los vecinos se retiraron de la delegación policial. Mientras que otro grupo menos numeroso protagonizó una serie de incidentes en la puerta de la comisaría, tras ser desalojados de la misma por la policía.
La jornada de protesta había comenzado poco antes de las 20 de este lunes cuando cientos de personas, visiblemente indignadas, se instalaron en el patio interno del edificio y en la vereda, pidiendo que alguna autoridad del Gobierno se haga presente, mientras que el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, los convocó a través de los medios a una reunión para hoy a las 8 en la sede de su cartera, ya que consideró que "el clima" no estaba "dado para presentarse en el lugar".
Brian Fernando Aguinaco, de 14 años, falleció en el Hospital Gutiérrez luego de que los familiares decidieron desconectarlo del respirador, como consecuencia de las lesiones irreversibles que le causó muerte cerebral, al ser atacado por un delincuente cuando se hallaba como acompañante en el auto de su abuelo, que intentó atrapar a dos motochorros.
Tras conocerse la noticia de la muerte de Brian, algunos vecinos del barrio ingresaron anoche por la fuerza a la comisaría 38, ubicada en Bonorino 258, durante una manifestación con carteles que exigían "Justicia por Brian" y en reclamo de mayor seguridad. Dentro del edificio hubo roturas de vidrios y varios efectivos de la Guardia de Infantería permanecieron apostados con cascos y escudos, pese a que algunas personas arremetieron contra ellos al grito de "seguridad".
Minutos antes, el comisario inspector Manuel Monzón, jefe de la Circunscripción XI, habló con algunos vecinos en la puerta de la seccional y calificó al hecho como "lamentable". "Roban todos los días, no nos vengan más con cuentos porque nosotros vivimos ahí y conocemos todos los hechos que pasan", se quejó una mujer que pidió la presencia de autoridades políticas, tras lo cual el jefe policial le respondió: "Las explicaciones se las estoy dando yo porque soy el responsable de la Circunscripción Sexta".
El comisario intentó continuar hablando hasta que un grupo de hombres entró intempestivamente y originó algunos incidentes que, luego, derivaron en una reunión entre algunos vecinos y la conducción policial. Tras esa reunión, el mismo Monzón quiso explicar que "la Policía de la Ciudad está trabajando para incrementar la presencia de efectivos" en la zona, pero los vecinos lo interrumpieron con insultos y hasta uno de ellos le quitó su gorra.
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