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Con goles de Zárate y Pérez, el Xeneize se impuso con algunos ratos de buen juego y rapidez para salir de contra. En el desarrollo, Wilmar Barrios evitó el empate del visitante y hubo una expulsión polémica por la aplicación del VAR. Ahora, ya puede pensar en el clásico frente a River por la Superliga
No fue un partido para recordar, pero sí fue un típico partido de copa de esos que le gustan a los hinchas de Boca. Con inteligencia y rapidez para manejar los contragolpes, el Xeneize se impuso por 2-0 frente al Cruzeiro.
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Los goles de los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto fueron convertidos por Mauro Zárate, a los 36 minutos del primer tiempo, quien definió con mucha clase, y Pablo Pérez que sacó un bombazo inatajable a los 35 del complemento.
El equipo de Belo Horizonte terminó con diez hombres por la expulsión, a instancias del VAR, del defensor Dedé, a los 29 del complemento, quien había impactado con su cabeza el rostro de Andrada.
El ganador de esta llave enfrentará al triunfador de los cuartos entre Colo Colo y Palmeiras, cuyo partido de idas irá este jueves. Sin embargo, la Bombonera hoy se lo hizo saber a los jugadores: el domingo se viene el clásico contra River por la Superliga y solo sirve ganar.
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