El futbolista argentino Nicolás Otamendi y su familia fueron víctimas de un violento asalto en su casa de Lisboa, Portugal. El hecho ocurrió en los primeros minutos de este lunes, cuando el zaguero de Benfica regresaba de disputar el partido contra Famalicão.
De acuerdo con la información suministrada por medios lusitanos, los delincuentes esperaron al defensor de la selección argentina e interceptaron el ingreso a su hogar, ubicado en Aroeira, Almada. Allí, lo golpearon y le pusieron un cinturón alrededor del cuello, para inmovilizarlo. Luego, lo llevaron a la habitación principal, donde estaban su esposa y su hijo, quienes entraron en pánico.
Hace apenas unos días, el ex Vélez había publicado una foto familiar en la que compartía con sus seguidores la tradición de armar el árbol de Navidad. Los ladrones lograron escaparse con una suma de dinero efectivo y varios relojes, en tanto la Policía Judicial inició un sumario para investigar lo acontecido.
A través de un comunicado, Benfica confirmó el asalto a la residencia del jugador y añadió que “el deportista y su familia están bien, a pesar del enorme malestar que genera la situación que debieron atravesar”.
“Benfica confirma que Otamendi fue víctima de un asalto en su residencia durante la madrugada de hoy. El futbolista y su familia se encuentran bien pese a la incomodidad por la situación vivida. Benfica apela que sea respetada la privacidad del jugador y su familia por todos los medios de comunicación mientras las autoridades investigan lo sucedido”.
Nicolás Otamendi, de 33 años, fue titular el domingo en la victoria de Benfica por 4-1 en condición de visitante ante Famalicão. Jugó los 90 minutos y fue clave para lograr un triunfo que le permite a las Águilas llegar a los 34 puntos en la tabla de posiciones y ubicarse a cuatro de la cima, compartida por Oporto y Sporting de Lisboa.
Esta no es la primera vez que un futbolista argentino es víctima de un robo en su hogar en Europa. En marzo de este año, Ángel Dí María sufrió un asalto en su casa ubicada en la zona de Neuilly-sur-Seine. Los delincuentes ingresaron por la planta superior y, una vez en el lugar, vaciaron una pequeña caja fuerte que contenía joyas y relojes. El monto de lo robado fue de unos 500 mil euros.
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